José Antonio Cacabelos Rico, el alcalde socialista de O Grove, vuelve a la carga. Retoma una vieja reivindicación, y no es otra que la del puerto deportivo de O Corgo.

El primer edil está convencido de que su municipio "es el principal destino turístico de la ría, y a pesar de ello somos el único que, lamentablemente, carece de este tipo de instalaciones". Una infraestructura, por cierto, que "nos prometieron por activa y por pasiva durante las dos últimas décadas".

Es más, considera que se trata de una inversión crucial para el desarrollo futuro de O Grove y para su consolidación en un mercado turístico global.

De ahí que vuelva a la carga con esta "deuda histórica" e insista en que la Xunta, y particularmente Portos de Galicia, deben tomar cartas en el asunto, "ahora de manera seria y decidida", para lograr esa ansiada instalación náutico-recreativa.

En este sentido recuerda que hay un punto desde el que partir, como es la propuesta que había planteado el citado ente público dependiente de la Consellería do Mar en el año 2011, cuando el socialista era también regidor meco y antes de que el PP le arrebatara la Alcaldía.

Ahora, tras preguntarse "¿qué planes tiene Portos para O Grove?" y "¿por qué no invierte en nuestro pueblo como lo hace en otros?", Cacabelos garantiza que seguirá "peleando" ante el presidente de Portos, José Juan Durán Hermida, para que por fin se corrija esta "discriminación".

Y es que sabe que son importantes las acciones llevadas cabo por Portos en Pedras Negras y su promoción del Club Náutico de San Vicente, como también la reconstrucción a manos privadas del puerto deportivo de A Toxa.

"Esas instalaciones ofrecen y ofrecerán unos servicios importantes a sus socios, y aunque eso sea positivo, lo que O Grove necesita de verdad es un puerto deportivo digno como el que tantas veces reclamamos para la zona de O Corgo", espeta Cacabelos.

En resumen, que "está muy bien que se apoye la actividad de los puertos de Pedras Negras y A Toxa, e incluso que el presidente de Portos vaya a Francia a promocionarlos, pero son totalmente privados y se quedan pequeños, por lo que debo reiterar la necesidad de sentarnos a negociar y retomar aquel proyecto de 2011 que el anterior presidente de Portos, Álvarez Campana, vino a presentarnos y que había logrado un consenso mayoritario entre todos los partidos y colectivos de O Grove".

Un proyecto, cabe recordar, que planteaba tres alternativas posibles. La primera de ellas contemplaba la creación de una dársena náutico-recreativa exterior, con un ancho de 228 metros de longitud y diversas superficies en tierra para los distintos usos.

Aquello pasaba por mantener a la flota pesquera en su actual ubicación, trasladando el puerto deportivo a la zona de Con das Señoritas.

Pero José Antonio Cacabelos y el grueso de los grupos políticos planteaban entonces sus reparos y se inclinaban por "situar el puerto deportivo en la actual dársena, para integrarlo en el casco urbano y cerca de la principal zona comercial del municipio".

Con das Señoritas

Es así como ganaban peso la segunda y tercera propuestas de puerto deportivo, ya que ambas lo situarían dentro de la actual dársena pesquera, manteniendo en ella los barcos de pasaje y trasladando la actividad profesional a Con das Señoritas.

En la segunda opción, cabe recordar, se contemplaba la dársena recreativa en el interior del puerto, con las mismas medidas de ancho y muelles, aunque aumentando la superficie en tierra para usos pesqueros hasta los 32.000 metros cuadrados.

Lo que sucede es que el tráfico pesado tendría que seguir atravesando el casco urbano para llegar a las rampas de descarga.

De ahí que la tercera opción fuera hace un lustro la más esperanzadora, porque con la misma distribución que la anterior trasladaba la actividad de descarga de mejillón y la mayor parte de la flota bateeira al puerto de Meloxo, eliminando el tráfico pesado en el núcleo urbano y reduciendo la dársena pesquera a un ancho de 170 metros, con 130 metros en los muelles.

También es importante resaltar que cualquiera de las tres opciones permitía zanjar al menos otras dos deudas histórica, ya que permitirían habilitar espacio para amarrar las embarcaciones tradicionales y crear un parking subterráneo.

Ya en febrero de 2011 se presentaba el proyecto que se antojaba decisivo, pero como casi siempre en estos casos las promesas quedaron olvidadas en un cajón que ahora José Cacabelos exige reabrir.

Lo que se hizo entonces fue plantear una reforma integral del complejo portuario que forman O Corgo y Meloxo, especializando ambas dársenas e invirtiendo en ello 37 millones de euros.

La propuesta

La opción planteada era similar a la tercera de las alternativas antes aludidas, centralizando toda la actividad bateeira en Porto Meloxo y destinando el puerto actual de O Corgo a zona para la náutica recreativa, mientras que la actividad pesquera se trasladaría a Con das Señoritas.

Esto requería la desaparición de parte del actual espigón, cuyos restos iban a ser utilizados en la construcción del nuevo para crear una zona mixta dentro de la dársena.

También se dijo hace cinco años que los accesos al muelle estarían protegidos por diques flotantes que también marcarían las vías de entrada y salida de la futura dársena. O que en la lámina de agua de O Corgo se ubicarían pantalanes suficientes para las embarcaciones de la tercera y la séptima lista y para los buques de pasajeros.

Aquel proyecto al que ahora se refiere Cacabelos y cuya necesidad quiere reverdecer hablaba de 189 plazas para las lanchas dedicadas al marisqueo, 63 para los bateeiros 510 para la náutica recreativa, 49 para las embarcaciones tradicionales y 14 para los barcos de pasaje.

Asimismo, en tierra firme se proyectaba la construcción de un varadero y de edificios adecuados para el uso de los marineros, la habilitación de una zona de estacionamiento con entre 500 y mil plazas.

Eso en cuanto a O Corgo, ya que en Porto Meloxo también se había planificado una profunda transformación que, como todo lo demás, cayó en saco roto.