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Disparidad en los recibos de la contribución

Dos de cada tres concellos de O Salnés y Ullán llevan más de una década sin revisión catastral

En Vilanova el valor de los inmuebles es el mismo que hace veinte años, y en Cambados y en O Grove, que hace dieciocho - Entre 2009 y 2015 se actualizaron las construcciones y solares de Meis, Vilagarcía, Valga y Sanxenxo

En Vilagarcía el gobierno de Tomás Fole promovió la controvertida revisión catastral que se aplicó en 2014. // Iñaki Abella

El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI, popularmente denominada "contribución") es el tributo de gestión municipal que requiere un mayor esfuerzo económico a los vecinos que tienen una vivienda en propiedad; por tanto es el impuesto que más repercusión tiene para las arcas de los ayuntamientos. El importe de ese recibo se calcula en función del valor catastral del inmueble y el tipo impositivo que establece cada concello. Así las cosas, aunque algunos municipios de O Salnés y Ullán han aplicado en los últimos años revisiones catastrales de sus respectivos parques inmobiliarios para actualizarlos, la mayoría (8 de 12) mantienen los mismos valores que hace una década. E incluso que hace dos.

Es el caso de Vilanova de Arousa, cuya última valoración catastral data de 1996, según los datos oficiales de la Dirección General del Catastro. Le siguen muy de cerca Cambados y O Grove, pues ambos ayuntamientos llevan 18 años (desde 1998) sin tocar los valores catastrales de las parcelas y edificios que aglutinan en sus respectivos términos municipales.

Esto significa que salvo variaciones en el tipo impositivo (o gravamen) del IBI, los vecinos abonan cantidades similares a las de hace una o dos décadas.

No ocurre lo mismo en Sanxenxo (revisión catastral en 2015), Vilagarcía (2014), Valga (2013) o Meis (2009). Estos cuatro son los únicos ayuntamientos de los doce que conforman las comarcas de O Salnés y Ullán que han experimentado recientemente una variación en los valores catastrales de sus bienes inmuebles. Salvo casos puntuales, normalmente una revisión implica que la mayoría de las propiedades sufran un incremento de su valor, ya sea en mayor o en menor medida, lo que se traduce en un encarecimiento del recibo que pagan los ciudadanos (si se mantiene sin cambios el gravamen).

El polémico "catastrazo"

En el caso de Vilagarcía, el gobierno local ha bajado el tipo impositivo del IBI del 0.58 actual al 0.56 previsto para 2017, pero en la práctica esta rebaja fiscal no tendrá efectos sobre el recibo que abonan los contribuyentes porque la valoración catastral de 2014 incrementó el valor de la mayoría de los inmuebles.

Esa revisión catastral solicitada por el gobierno municipal del PP a la Dirección General del Catastro (es un proceso al que se acogen las administraciones voluntariamente para actualizar los valores de los bienes). De hecho, generó un gran revuelo en su día en la capital arousana, llegándose a constituir una plataforma en contra de la subida del IBI que en diciembre de 2013 reunió en una manifestación por las calles de Vilagarcía a unas mil personas. Algunos grupos de la oposición tacharon esa revisión como el "catastrazo".

Según la información que maneja la Dirección General del Catastro, las últimas valoraciones catastrales efectuadas en los municipios de O Salnés fueron las siguientes: Sanxenxo en 2015, Vilagarcía 2014, Valga en 2013, Meis en 2009, Meaño en 2006, A Illa de Arousa en 2005, Catoira y Ribadumia en 2004, Pontecesures en 2003, Cambados y O Grove en 1998 y Vilanova en 1996.

Recaudación del IBI

Las revisiones catastrales influyen directamente en la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles, pues al incrementarse la base imponible sobre la que se aplica el IBI, aumentan los ingresos del impuesto de gestión municipal que más dinero reporta a los concellos.

Los ayuntamientos salinienses ingresaron este año del orden de 21 millones de euros con motivo de la contribución. El concello con una mayor recaudación es Sanxenxo, con 6,8 millones tras su revisión catastral de 2015. Antes de esa revalorización el municipio sanxenxino recibía unos 5,5 millones.

Los ingresos de Vilagarcía en este ejercicio por el IBI rondarán los 6,1 millones, 700.000 euros más que antes de la polémica revisión llevada a cabo en 2014. Para 2017 (se reduce el tipo impositivo) las previsiones apuntan a una cantidad ligeramente superior pese a bajar el gravamen: 6,3 millones de euros.

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