Los ladrones se ceban con Cea. Dos días después de que destrozasen la casa rectoral, la parroquia vilagarciana amaneció ayer con un nuevo robo, esta vez en la iglesia. Aunque en esta ocasión los cacos tampoco lograron un gran botín, los fieles lamentan los daños, tanto los materiales como sobre todo los "morales". La profanación del sagrario, llevándose un cáliz y dos copones con las formas sagradas, afectó emocionalmente a los devotos y también al párroco, Juan Filgueira.

Ayer estuvieron trabajando toda la mañana codo con codo para recomponer la iglesia y llegar a tiempo para que la misa de las seis y cuarto de la tarde -la única del día entre semana- se pudiese celebrar.

Una de las catequistas y organizadora del mercadillo benéfico de Cea procedió a media mañana al repicado de las campanas "como a la antigua usanza" -dice- para avisar a los vecinos de lo ocurrido. "Toqué la campana grande muy rápido. Cuando no se está oficiando misa, ese sonido alerta de algún peligro: un incendio, un robo, etc.", explica Ana Rodríguez.

A mediodía había una decena de personas en la iglesia reordenando el templo, que estaba todo revuelto con los enseres tirados por el suelo, cajones y puertas de los muebles abiertas, etc.

Los cacos entraron por la puerta principal y reventaron la cerradura, lo que requirió la presencia de un carpintero para arreglarla. Accedieron a la sacristía, donde revolvieron todo y rompieron dos cajas de la comisión de fiestas de Santa Lucía. Pero para sorpresa de los cacos, no había ni un solo euro porque la comisión todavía no había empezado a pedir para la fiesta, que se celebra el 13 de diciembre.

Aparte de abrir el sagrario principal y sustraer las copas y el cáliz, también se llevaron un incensario y arrancaron la puerta de otro sagrario que solo se utiliza el Viernes Santo. El resto del año está vacío, por tanto los ladrones tampoco lograron robar nada.

Los vecinos sospechan que tanto en la casa rectoral como en la iglesia, lo que buscaban los ladrones era dinero. "Robaron el dinero de las velas, de la hoja parroquial y una caja de cartón que tenemos para ayuda de flores y limpieza y mantenimiento de la iglesia. Entre todo calculamos que había entre 20 y 25 euros. Hacen daño por hacer", lamenta Ana Rodríguez. Los hechos fueron denunciados en la Policía Nacional. Los agentes ya tomaron huellas en el templo.