Estos días los conductores que utilizan la avenida Rosalía de Castro en sus desplazamientos deben armarse de paciencia al volante, sobre todo si utilizan el coche en horas punta. Y es que el Ayuntamiento de Vilagarcía está ejecutando una obra de saneamiento que mantiene cortado un carril en un pequeño tramo de la carretera. Por tanto queda un solo carril disponible para los dos sentidos de circulación, lo que obliga a regular el tráfico mediante un semáforo. En ciertos momentos del día se registran retenciones, como por ejemplo ayer a primera hora de la tarde, cuando los vehículos que entraban en Vilagarcía llegaban hasta la rotonda de la Praza da Liberdade.

Aunque el nuevo bombeo se instalará en esta céntrica plaza de Carril, desde Ravella explican que el tubo de impulsión discurre por Rosalía de Castro hasta la altura del semáforo próximo al Hotel Carril, de ahí que los operarios de Espina & Delfín (empresa encargada de la obra) se encuentren trabajando en la zanja abierta en la avenida que supone el principal acceso norte a la capital arousana.

El Concello inició las obras hace dos semanas. La actuación, con un plazo de ejecución de cuatro meses, consiste en la instalación de un nuevo bombeo de aguas residuales en la Praza da Liberdade y está dotadas de una inversión de 190.336 euros procedentes de las arcas municipales. El gobierno local pretende acabar con los vertidos a las zonas marisqueras y al entorno de la isla de Cortegada.

El viejo bombeo se colapsaba cuando llovía porque a la red de residuales también iban a parar las aguas pluviales. Esto hacía desbordar el sistema que aliviaba el caudal directamente al mar en el paseo marítimo de la plaza.