Un vecino de Valboa (Meis) de 36 años perdió ayer la vida en un accidente de tráfico que sufrió a escasos 200 metros de su casa, en la que residía con sus padres. Se cree que el siniestro se produjo entre las cuatro y las cinco de la madrugada, si bien el cadáver no fue localizado hasta casi las 12 del mediodía, pues el coche se salió de la calzada y cayó por un desnivel de unos cinco metros de profundidad.

El fallecido es Javier Martínez Ucha, que trabajaba como carpintero y que era muy conocido en la parroquia de Armenteira, pues formó parte de la comisión organizadora de la Romería das Cabezas y jugaba al fútbol en el equipo de veteranos de Armenteira.

Javier Martínez conducía un Peugeot 306 Sedán, y al parecer en el momento del accidente regresaba a casa tras haber estado tomando algo con unos amigos en la cercana localidad de Barrantes. Circulaba por la carretera general de Armenteira -la que conduce al monasterio y al campo de golf-, y por razones que se investigan perdió el control del vehículo en una curva que hay poco después de terminada la finca del monasterio.

El coche se salió de la calzada justo antes de empezar el guardarraíl, y se precipitó por el desnivel que forma en esa zona un arroyo. Según los equipos de emergencias que acudieron al accidente, el automóvil chocó contra un árbol, y a consecuencia del impacto se le deshizo el techo. El fallecido presentaba una importante lesión en la cabeza, de ahí que la hipótesis que se maneja con más fuerza es la de que falleciese a consecuencia del traumatismo ocasionado por el aplastamiento del techo.

Pero tuvieron que pasar varias horas para que el cadáver fuese localizado, puesto que los demás conductores no podían ver el coche desde la carretera. Mientras, sus padres no se preocuparon al no verlo por la mañana porque en ocasiones los fines de semana salía hasta tarde, y creyeron al levantarse que ya se había ido a trabajar.

Quien vio por primera vez el coche fue un vecino de Valboa de casi 70 años que acostumbra a dar largos paseos por la mañana. Fuentes consultadas señalan que vio el vehículo sobre las 11 horas, pero que no se atrevió a bajar solo debido a su edad y a la fuerte pendiente del terreno. Además, no sospechó que pudiese haber nadie dentro del vehículo.