"Vali" comenzó ayer a disfrutar de una nueva vida. Tres meses después de que los voluntarios del Refugio de Animales de Cambados lo recogiesen a punto de morir de hambre de una finca de Meis en la que estaba abandonado, una familia de Alicante acudió ayer a las instalaciones de Corvillón para adoptarlo y darle un nuevo hogar.

María Jesús Sanz afirma que cuando conoció la historia de este perro a través de los medios de comunicación se enamoró de él. "Fue ver su foto y saber que era el perro que quería que cubriese el hueco que iba a dejar en nuestra casa una perrita a la que teníamos que dormir".

La historia de "Vali" conmovió a la provincia de Pontevedra a finales de agosto pasado. Un vecino llamó al Refugio de Cambados indicándoles que había un perro abandonado en una finca. Cuando los voluntarios llegaron al lugar quedaron sobrecogidos. El perro estaba atado y tan desnutrido que se encontraba en los huesos. En el Refugio, los veterinarios estimaron que posiblemente llevaba unos dos meses sin comer, y avisaron de que era posible que no saliese adelante. Pero salió.

Al día siguiente de que los medios de comunicación se hiciesen eco de la historia de "Vali", María Jesús Sanz llamó al Refugio. "Fue feeling", aduce. "Quería un perro viejito, y sabía que Vali iba a salir adelante". No es la primera vez que adopta un animal abandonado y enfermo, y fue una de las primeras personas que se puso en contacto con Cambados para interesarse por él. Pero no fue la única.

La presidenta del Refugio, Olga Costa, explica que llamaron una docena de personas. "Pero a medida que pasaba el tiempo la mayoría fueron perdiendo interés, y de las 12 quedaron dos". Eran María Jesús Sanz y un hombre residente en Estados Unidos.

Desde el Refugio se mantuvo un contacto periódico con estas dos personas, a las que se iba informando de los avances que experimentaba "Vali". Hasta que llegó el momento de decidirse por uno de los candidatos. Y ahí pesaron sobre todo criterios veterinarios.

El perro tiene unos 10 años, sufre una infección de oídos, está sordo y padece de un soplo en el corazón. Olga Costa explica que "hablamos con el chico de Estados Unidos y era una persona muy agradable, pero le explicamos que Vali no está en condiciones de realizar un viaje tan largo en avión". De modo que se decantaron por María Jesús Sanz.

Se acordó que se buscaría un día para que un voluntario del Refugio fuese hasta Madrid con "Vali", y que allí lo recogería Sanz, que reside en la localidad de Villajoyosa, y que es visitadora médica. Pero el tiempo pasaba, y como ningún voluntario encontraba el momento de bajar hasta Madrid, la sobrina de Sanz la terminó convenciendo de que cogiesen el coche y fuesen ellas mismas a buscar el perro a Cambados.

Y se plantaron en la localidad arousana el viernes por la tarde, tras 12 horas de viaje y más de 1.000 kilómetros recorridos. Finalmente, ayer pudieron conocer a "Vali". Fueron hasta el Refugio, y lo vieron por primera vez en carne y hueso. El encuentro también fue especial. "La verdad es que lo he sobornado un poco, porque me he traído muchas chucherías", cuenta con humor la alicantina. "Es un perro muy bueno y cariñoso", añade.

María Jesús Sanz y sus dos compañeras de viaje participaron en una de las actividades de la Protectora, como es el "Sácame de paseo" de los sábados por la mañana, cuando los voluntarios sacan a los animales a dar una vuelta por el monte que rodea las instalaciones de Corvillón.