La Fundación de Ferrocarriles Españoles, a través de su Área de Ingeniería, será la encargada de redactar el proyecto de la Vía Verde de Vilagarcía, Caldas y Portas. Así lo acordaron ayer en una reunión los alcaldes de los tres municipios. De forma simultánea, tan pronto como los plenos de cada concello aprueben los respectivos convenios de cesión de terrenos de la antigua vía con Adif, los regidores iniciarán las gestiones oportunas ante las distintas administraciones para buscar fondos con los que financiar la obra de la que será la primera Vía Verde íntegramente gallega.
La decisión de encomendar la redacción del proyecto a la Fundación de Ferrocarriles Españoles se basa en la amplia experiencia que tiene la entidad en este tipo de actuaciones, puesto que su Área de Ingeniería elaboró cerca de setenta proyectos constructivos de acondicionamiento de vías verdes en España desde el año 1993.
La redacción del proyecto cuesta 18.000 euros y se pagará a partes iguales por los tres ayuntamientos, independientemente de la longitud del trazado que discurra por cada término municipal. Así, en proporción, Vilagarcía será el concello que más pague, ya que solo 2 kilómetros de la Vía Verde se encuentran dentro de sus límites.
Alberto Varela, Juan Manuel Rey y Vítor Estévez consideran que la construcción de la Vía Verde como una gran oportunidad para potenciar el turismo y añadir un elemento más para dinamizar sus economías locales. Por eso, aunque Adif establece en su convenio que los municipios dispondrán de dos años para acometer las obras de adecuación de la Vía Verde, los alcaldes esperan hacerlas lo antes posible.
El convenio irá al pleno de Vilagarcía del próximo jueves. Tan pronto como el asunto esté aprobado por los tres plenos (Vilagarcía, Caldas y Portas), los regidores se comprometen a realizar gestiones ante la Xunta, los ministerios de Fomento y Agricultura, y con la Diputación de Pontevedra para lograr los fondos necesarios con los que ejecutar la obra.
La Vía Verde tiene una longitud de 12 kilómetros y se convertirá en una senda de uso peatonal y ciclista aprovechando el antiguo trazado de la línea de ferrocarril que quedó en desuso hace ocho años con la puesta en marcha de la alta velocidad. Partirá de las inmediaciones del Pazo de Rubiáns en Vilagarcía -el cual cuenta con un jardín de Excelencia Internacional-, pasará sobre el río Umia a través de un puente de hierro, discurrirá por zonas de bosque autóctono y tierras de cultivo típicas de la Galicia rural, permitirá visitar iglesias y capillas de interés, finalizará en la antigua azucarera de Portas y facilitará desplazarse hasta las históricas termas de Caldas de Reis.
El proyecto es una apuesta para ampliar y diferenciar la oferta turística mediante una senda que aprovecha la riqueza natural y paisajística de la zona, así como el patrimonio etnográfico, arquitectónico e histórico.
El Ministerio de Fomento comenzó la semana pasada a levantar el viejo camino de hierro para dejar libre el trazado y convertirlo en Vía Verde.
