Hace muchos años se puso muy en boga el término "inteligencia emocional", que de algún modo enterraría los anteriores criterios para medir la inteligencia de las personas tomando como referencia únicamente sus capacidades memorística o lingüística, o sus habilidades para resolver problemas matemáticos. No obstante, en los últimos años el investigador y profesor Daniel Goleman dio un paso adelante más, y empezó a hablar de "inteligencia social".

María Jesús Soutullo plantea que "somos seres sociales" y que "tenemos pocas posibilidades de vida como seres independientes". Quizás por ello, algunas de las técnicas que más a menudo se emplean para despertar la energía vital y el optimismo se desarrollen preferentemente en grupo.

"La visión que tengamos de nuestro entorno es lo que va a determinar nuestras circunstancias en la vida", afirma la mediadora de Sanxenxo.

Por todo ello, defiende la importancia de "aprender a generar y transmitir esperanza, optimismo, autoestima y confianza en el presente y en el futuro, para nosotros mismos y para los otros".