Los vertidos provocados por el saneamiento que gestiona la Mancomunidade de Municipios de la comarca de O Salnés deberían haber pasado a la historia.

El ente y la empresa adjudicataria del servicio, Espina y Delfín, han finalizado las diferentes actuaciones que se comenzaron tras los problemas que el saneamiento provocó en la zona de Cabanelas, con vertidos al río Umia, que se convirtieron en una de las grandes preocupaciones de la Mancomunidade.

Utilizando como referencia una auditoria realizada por Augas de Galicia, los técnicos de la empresa adjudicataria han ido reparando los diferentes puntos en los que se localizaban las fisuras y solventado las filtraciones que ocurrían en los bombeos, por lo que se espera que "no volvamos a tener más vertidos, siempre y cuando, las empresas cumplan con su obligación de depurar las aguas antes de incorporarlas a la red de alcantarillado".

El propio presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, reconoce que, por parte de la entidad "ya está todo resuelto, a la espera de las primeras lluvias importantes que nos permitan comprobar si las actuaciones han sido eficientes o si se detectan nuevos puntos de posibles vertidos de la red de alcantarillado".

Estas actuaciones se realizaron en la red de los municipios de Cambados, Meis, Ribadumia y Vilanova, del que Durán es alcalde.

"En nuestro caso nos ha servido para localizar puntos de vertido de los que no teníamos constancia, lo que va a permitir que podamos actuar sobre ellos y eliminarlos, por eso creo que los demás ayuntamientos deberían hacer lo mismo, para garantizar las salubridad de las aguas de la ría y, sobre todo, la pervivencia de los bancos marisqueros", explica.

Reconoce Durán que las auditorías realizadas por Augas de Galicia son "sumamente exhaustivas y permiten que dispongamos de un mapa de la situación en la que se encuentra el alcantarillado y descubrir problemas de los que no teníamos constancia, en especial, de viviendas unifamiliares de las que se desconocía que carecían de conexión al alcantarillado".

Una auditoría similar fue la que se realizó con motivo de los continuos vertidos en el colector de Cabanelas, lo que permitió localizar varios puntos en los que la red de alcantarillado mancomunada tenía serios problemas de filtraciones que provocaban que el bombeo acabase lanzando todo a un afluente del Umia.

La Mancomunidade espera ahora que Augas de Galicia ponga en marcha las obras que comprometió cuando se detectaron esos vertidos, la construcción de un colector que sirviese de refuerzo a la actual red de alcantarillado para impulsar los residuos hasta la EDAR de Cabanelas para su tratamiento.

Por el momento, el ente mancomunado todavía no tiene noticias oficiales de la licitación de esta obra, aunque Durán reconocía ayer que "con los nombramientos del nuevo gobierno de la Xunta, esperamos que se pongan a trabajar en ello cuanto antes, debido a la necesidad que tenemos de mejorar la red de alcantarillado para reducir al mínimo las posibilidades de un vertido que afecte al río Umia, caudal del que también se suministra agua a toda la comarca".