Cambados acoge unas jornadas de emprendimiento, en las que expertos en la materia asesoran a los participantes en técnicas de publicidad a través de internet, "coaching" o las habilidades sociales que se necesitan para buscar empleo con mayores garantías de éxito. Pero cuando se habla de emprendimiento, siempre surge la pregunta de en qué sector económico o profesión abrir un negocio. Una pregunta a la que intentó dar respuesta ayer José Fonterosa, que es formador del grupo Arestora y asesor de internet para pequeñas y medianas empresas.

Según Fonterosa, y tras el análisis de varios informes sobre tendencias del mercado laboral en España, varias de las profesiones más demandadas en la actualidad están vinculadas a internet. Así, en la ponencia que pronunció en la sesión de tarde de las jornadas, citó explícitamente como muy demandados los trabajos de desarrollador de aplicaciones móviles, "community manager" (gestor de las redes sociales de las empresas), analistas de big data (gestionan volúmenes ingentes de datos, y algunas empresas los necesitan para conocer mejor las necesidades y gustos de sus clientes), o los especialistas en "cloud computing", que son quienes prestan sus servicios exclusivamente "en la nube", o a través de la red. Según Fonterosa, otras profesiones con mucha salida laboral son los "youtubers" (realizadores de vídeos para este canal), los expertos en coches autónomos, los operadores de drones, los especialistas en sectores como ocio, turismo, salud, bienestar, energía verde y teletrabajo o los expertos en "millenials", que es como se denomina a la generación de nacidos entre 1980 y 2000, y que se caracterizan por estar bien formados académicamente, por conocer bien el funcionamiento de los medios digitales y por ser una parte de la población muy apetecible para las grandes empresas de consumo.

¿Pero cuáles son los trabajos con menos salida laboral? José Fonterosa también intentó responder a esta cuestión en su conferencia. Según este consultor, tienen tendencia "a desaparecer" los oficios de cajero de banco, cartero y personal de oficinas de correos, taxista, agente de viajes, operarios de cadenas de montaje y hasta agricultores. Según Fonterosa, hay muchos más, y el enemigo principal de estos y otros trabajos técnicos son las nuevas posibilidades que ofrecen las máquinas. De hecho, en su intervención, citó una frase de Michael Osborne y Carl Frey, dos investigadores de la Universidad de Oxford, que afirmaron que "el 47 por ciento de los empleos pueden considerarse de alto riesgo de ser automatizados en los próximos 10 o 20 años". De todos modos, la situación actual en O Salnés aún dista mucho de ser ésta.

Los camareros

El consultor del grupo Arestora también hizo un análisis pormenorizado de la situación laboral de O Salnés. Para ello utilizó el informe de Cualificacións elaborado hace unos meses por la Consellería de Emprego de la Xunta de Galicia.

Según dicho estudio, los grupos con mejores perspectivas laborales en O Salnés son actualmente los de los camareros, los ayudantes de cocina, los recepcionistas de hoteles, los peones de industrias manufactureras, los pescadores y los marineros de puente y de máquinas, los administrativos con funciones de atención al público y los monitores de actividades recreativas y de mantenimiento.

En un segundo escalafón en la comarca arousana en lo que a demanda laboral se refiere se encuentran los cocineros, los trabajadores de las industrias del pescado y del vino, los carpinteros, los peones de obras públicas, el personal de limpieza y los trabajadores cualificados en el sector agrario.

Finalmente, tienen una "ocupabilidad laboral media" los vendedores en tiendas y almacenes, los albañiles, los peones agrícolas no cualificados, los conductores de camiones y los administrativos sin funciones de atención al público.

En cualquier caso, Fonterosa quiso transmitir a los asistentes a su charla dos ideas: la primera, que emprender no es necesariamente solo abrir un negocio, sino que también lo puede ser organizar un acto cultural; y segundo, que escoger una profesión o un trabajo no tiene por qué significar quedarse en él indefinidamente. "Hay estudios que aconsejan cambiar de profesión cuatro veces en la vida. Y digo profesión, no trabajo".