Ni el Partido Popular, ni Somos Maioría y tampoco Esquerda Unida han mantenido diálogo alguno con el grupo socialista en relación a los presupuestos, más allá de ser convocados para una reunión de portavoces el próximo 22 de noviembre y a pesar de que el gobierno aseguraba el martes que ya había entablado "contacto con los distintos grupos de la corporación" para avanzar en la confección de las cuentas municipales para el año 2017. "Son mentiras que ya cansan un poco", afirma Gaspar González, de Somos Maioría, que augura que Alberto Varela acabará prorrogando el presupuesto de 2016 ante lo que considera falta de actitud negociadora. El PP se suma a esta crítica al afirmar que "cero diálogo y cero transparencia son las únicas dos cifras que conocemos a ciencia cierta a estas alturas", a poco más de mes y medio para que se cierre el presente ejercicio económico.

El gobierno municipal avanzó esta misma semana algunas de las líneas maestras que marcarán el próximo presupuesto, siempre y cuando consiga de la oposición los votos necesarios para aprobarlos. Los socialistas quieren reforzar las partidas de acción social y centrar las inversiones en la peatonalización de calles y plazas, instando a la oposición a presentar propuestas antes de celebrarse la reunión del día 22. "Tendrá que haber un documento de partida al que hacer aportaciones", sostiene el edil de Somos Maioría, Gaspar González Somoza. "De momento lo único que tenemos es un correo electrónico citándonos para el día 22. No se habló nada más", asegura. Desde su punto de vista el gobierno actúa "tarde, mal y arrastro y, por mucho que diga, estos no van a ser unos presupuestos participativos. Existe un Consello Económico y Social al que no se convocó y con el resto de partidos tampoco hablaron", censura. González Somoza compara la situación actual con la que se vivió el pasado año, cuando el gobierno tuvo que aprobar el presupuesto en la Xunta de Goberno Local. No pueden repetir esta fórmula, pero sí prorrogar las cuentas de 2016 y Somos Maioría cree, a tenor de la falta de diálogo, que eso será lo que ocurra.

Déficit de información

El PP, por su parte, entiende que para poder aportar ideas "realistas" es necesario saber los ingresos con los que prevé contar el Concello el año próximo y de cuánto dinero se dispondrá para invertir. "En caso de querer negociar seriamente", indica Tomás Fole, el gobierno "debería avanzar estas cifras urgentemente. Solo sabemos que sobra dinero, pero no nos quieren decir cuánto sobra", añade el portavoz, acusando de "oscurantismo" a Alberto Varela y a su equipo.

Aunque "a ciegas", ante el déficit de información, los populares sí avanzan algunas de sus propuestas. Creen que es el momento de "afrontar una estrategia común entre todos los partidos, negociar, debatir y dejar de obsesionarse con modelos de ciudad que nadie comparte". Una de las líneas maestras que marcará las aportaciones del PP es "la apuesta por el rural" porque "Vilagarcía no es solo la calle Rey Daviña", reflexiona Fole, que pide que "no se siga castigando a los vecinos que no viven en el centro, a los que ya se les ha subido el IBI y ahora pueden caer en el olvido".

Saneamiento, accesibilidad iluminación son otras de las preocupaciones del grupo popular, que asegura que no pondrá "líneas rojas" en la negociación. "Estamos abiertos al diálogo, pero es preocupante que se silencie la voz de los vecinos", concluye el portavoz.