Los intermediarios del erizo, es decir, los que lo compran en O Grove para después revenderlo a depuradoras u otros comercializadores, niegan haber intentado formar una especie de monopolio con el que limitar la demanda de producto en un intento por rebajar el precio.

De este modo salen al paso de las declaraciones efectuadas por los buzos que se dedican a la extracción de este equinodermo, quienes la semana pasada, después de solo dos días de campaña, decidieron interrumpirla, precisamente porque creían que los compradores se habían puesto de acuerdo para pagar un precio bajo que no están dispuestos a aceptar.

"No nos hemos puesto de acuerdo para nada, y muy por el contrario llevo muchos años trabajando con ellos e incluso les busqué clientes, pero este año quisieron sacar el erizo a subasta y ponerle un precio mínimo de 6 euros en un momento en el que hay abundancia de este producto en otros muchos puertos gallegos, donde además se vende más barato", explica uno de los mayoristas.

Incluso sostiene que la semana pasada quiso comprar el erizo que los buzos no habían podido vender. "Lo hice para no dejarlos tirados, y lo pagué a 4 euros porque la cofradía así me lo ofreció, ya que de lo contrario tendrían que tirarlo", manifiesta.

Ese producto, a ese precio en concreto, "fue destinado a una empresa de elaboración de huevas de erizo", añade este comprador, antes de puntualizar que en la segunda jornada de actividad "les avisé a las ocho de la mañana de que no fueran a por más producto porque a ese precio no había compradores interesados, y aún así salieron a trabajar".

Al parecer al final no había posibilidad de colocar todo el producto, por lo que algunos buzos lo habrían vendido directamente a depuradora, sin subasta en lonja, a un precio de 4 euros por kilo.

Fue por todo ello que los submarinistas mecos acordaron en una reunión urgente mantener el precio mínimo de 6 euros, incluso con aspiraciones de vender a 8 o 10 euros, y para ello acordaron suspender la campaña, a la espera de que la demanda aumente, por mucho que a los compradores les parezca ahora una tarifa excesiva.

Ayer insistían en ello, pues están negociando con empresas que se puedan comprometerse a adquirir el erizo a un "precio digno". Pero insisten en que no van a "regalar" su trabajo, "y si ahora no podemos vender a buen precio esperaremos a Navidad para hacerlo".