El Parque Nacional das Illas Atlánticas ensaya en las islas de Cortegada y Sálvora sendos proyectos de recuperación de especies arbóreas y de razas animales autóctonas. En el caso de la isla situada frente a Carril, se está trabajando en una tala selectiva de eucaliptos, para favorecer el crecimiento del bosque de laureles y la expansión del pino. En la de Ribeira, por su parte, hace ya dos años que se puso en marcha un proyecto para dar un impulso al caballo de pura raza gallega, que estuvo en peligro de extinción hasta hace apenas 20 años.
Los equinos serán controlados vía GPS. // Iñaki Abella
En la iniciativa de Sálvora participan de una u otra forma diversas organizaciones, como la asociación ecuestre Cabaleiros do Morrazo o las entidades dedicadas a la cría y promoción de los equinos autóctonos gallegos, una de las cuales tuvo en su día la idea de asentar en Sálvora una población de caballos de pura raza gallega, en sustitución de los animales mestizos que vivían en ella desde la década de los 60.
En el marco de este proyecto, en la isla de Sálvora tuvo lugar este fin de semana un singular "curro", en el que se reunió a la manada para microchipar a los potros que nacieron en los dos últimos años, y chequear el estado de salud tanto de estos como de los adultos. En estos momentos hay 13 caballos en la isla situada a la entrada de la ría de Arousa. Pero los expertos consideran que el ecosistema de la zona solo permite disponer de una colonia estable de entre ocho y diez cabezas, de ahí que esté previsto trasladar a unos cuantos ejemplares al continente.
Pablo Mallo, que es vigilante de recursos naturales en la isla de Sálvora y directivo de la asociación Cabaleiros do Morrazo, explica de todos modos que es posible que el traslado se posponga hasta primavera. "Esa fase dependerá de la situación meteorológica porque hay que llevarlos en un barco bateeiro, y eso exige unas condiciones del mar muy buenas para la navegación". Por ello, y aunque en estos momentos las condiciones del mar no son malas, es probable que se espere a que pase el invierno para asegurar aún más la operación.
En lo que respecta al mantenimiento de la actual población, lo que se hará es ir sustituyendo progresivamente las yeguas de mayor edad por otras jóvenes que hayan nacido en la isla. Eso conllevará también el cambio del macho, para evitar los problemas de consanguinidad.
El objetivo final de esta iniciativa es preservar el código genético de la pura raza gallega, de la que actualmente quedan en torno a 1.300 individuos.
Los caballos anteriores
La isla de Sálvora estuvo habitada hasta principios de la década de los 70 del siglo pasado, y hasta entonces existieron en ella distintos tipos de ganadería, pues se criaron cerdos, vacas, caballos, asnos y mulos. Su propietario en los años 60, el marqués de Revilla, introdujo los caballos y hasta ciervos, pues era aficionado a la caza.
Ambas especies se adaptaron al entorno. Aún hoy en día hay ciervos, mientras que en el caso de los caballos, quedaban nueve ejemplares cuando el Parque Nacional das Illas Atlánticas dio el visto bueno a un proyecto de la asociación Cabalo Pura Raza Galega, que solicitaba cambiar los ejemplares mostrencos por los de pura raza gallega.
