El erizo de mar parece haber encontrado el lugar que buscaba en las lonjas gallegas desde que la Consellería do Mar y las cofradías de pescadores empezaron a diseñar planes específicos de explotación para convertirlo en una especie de interés comercial. Ahora ya lo tiene, y de manera incontestable, pues genera más de dos millones de euros al año en Galicia.
Tal es la importancia adquirida por este recurso, y son tan buenos los resultados económicos cosechados, que a falta de dos meses para cerrar el ejercicio puede decirse ya que este 2016 va a ofrecer -pase lo que pase ya- el mejor registro económico desde 2001.
Alrededor de 500 toneladas vendidas ya en las lonjas tienen la culpa. Y es una cifra que va a incrementarse de aquí a fin de año, por lo que no es descabellado pensar que podrían alcanzarse las más de 700 toneladas despachadas en los años 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y 2012. Eso sí, con una ventaja añadida para el sector, como es que ahora este producto se paga mucho mejor que antes, como se explicará a continuación.
Antes de ello hay que aclarar que solo hay tres años en los que se superó la barrera de los dos millones de euros facturados, como fueron 2012, 2015 y el actual.
En este 2016 se ha vendido la misma cantidad que entre el 1 de enero y el 3 de noviembre de 2015, pero sin embargo los resultados económicos son mucho mejores, pues mientras el año pasado se habían obtenido a estas alturas 1,7 millones de euros, en lo que va de ejercicio los ingresas son ya de 2,2 millones.
Incluso puede decirse que de este modo, a falta de dos meses de campaña, se iguala el total facturado por erizo a fecha de 31 de diciembre de 2015, sin duda debido a la mejoría del comportamiento en lonja, pues el precio medio de esta especie está siendo el más elevado de toda su historia en Galicia.
Cabe explicar, a este respecto, que la cotización media del erizo estuvo por debajo de los 2 euros el kilo entre 2001 y 2006, ambos inclusive. Pero poco a poco fue conociéndose más, su versatilidad culinaria le abrió las puertas de la alta cocina y la demanda fue en aumento, por lo que se incrementaron las cotizaciones.
De este modo, entre 2007 y 2012 el precio medio de este equinodermo pasó a oscilar entre los 2 y los 3 euros por kilo.
Y la escalada continuó, de tal forma que en 2013 se pagó a una media de 3,07, en 2014 alcanzó los 3,31 euros y en 2015 se acercó a los 4 euros por kilo; una marca superada claramente en este 2016, cuando el erizo se paga de media a 4,61 después de alcanzar incluso precios máximos de 10 euros por kilogramo.
No cabe duda de que lo mejor está por venir, ya que hay cofradías que se reservaron para el final y no iniciaron hasta este mes la parte más intensa de su campaña extractiva de erizo, lo cual significa que, si el tiempo acompaña, seguirán descargando importantes cantidades hasta que termine el año.
Todo esto, hay que insistir, guarda una estrecha relación con lo que está sucediendo en Asturias, donde como se apuntó en los últimos días los mariscadores deben someterse a una veda de al menos dos años en lo que al erizo (oricio) se refiere, ya que sus bancos están completamente esquilmados.
Sin este producto asturiano en el mercado, y con la demanda del mismo en continuo crecimiento, todo indica que las puertas están ahora más abiertas que nunca para que el equinodermo gallego se lance con fuerza a la conquista de nuevos paladares, consolidando así su creciente presencia en la cornisa cantábrica y otras regiones de España, además de en países como Italia y Francia.
