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Primeros días de la campaña del "bou de vara"

La flota reduce de urgencia los topes de captura de volandeira para contener la caída de precios

Cambados decidió bajar de 50 a 35 kilos diarios por marinero para evitar la devaluación de un recurso muy apreciado en los mercados -Rianxo convoca una asamblea para el lunes para abordar el mismo asunto

Subasta de volandeira del miércoles en Cambados. // I.Abella

La flota de Cambados ha decidido reducir los topes de capturas de volandeira para evitar la caída en picado del precio del marisco. Así lo decidieron los armadores el jueves por la noche, en una reunión convocada de urgencia por la cofradía tras conocer la evolución a la baja de la cotización del marisco durante esa misma tarde.

El patrón mayor, Ruperto Costa, manifiesta que "fue una asamblea multitudinaria, y la gente consideró que es mejor coger menos volandeira pero venderla a más precio". Así las cosas, lo que se decidió fue bajar del tope con el que se inició la campaña el miércoles, de 50 kilos diarios por marinero (y un máximo de 150 por barco) a 35 kilos diarios por tripulante, y un máximo de 105 kilos al día por embarcación. "Nuestra intención con esta medida es doble. Por un lado no queremos malvender la volandeira, y por otro pretendemos alargar la campaña lo máximo posible", prosigue Ruperto Costa.

Lo que ahora está por ver es qué hará la cofradía de Rianxo, donde también hay una flota numerosa dedicada a la explotación de este marisco de la familia de la zamburiña. En una asamblea celebrada en dicho pósito, los socios acordaron mantener el tope en los 50 kilos diarios por persona, pero la cofradía ha convocado otra reunión para el próximo lunes, a las 19 horas, con la intención de volver a sondear la opinión del sector.

El patrón mayor, Miguel Ángel Iglesias, también opina que es mejor pescar menos para vender más caro. "Si conseguimos que el precio suba un poco lograremos ganar lo mismo con 35 kilos de volandeira al día por marinero que con 50, y de paso, conseguiremos alargar en el tiempo la campaña". En este sentido, el presidente del pósito de Rianxo considera que el mejor camino para que la actividad extractiva sea sostenible es conseguir la misma rentabilidad con menos esfuerzo pesquero.

En cualquier caso, los socios de Cambados han decidido qué mantendrán su rebaja de los topes con independencia de lo que se acuerde en Rianxo. Estas dos cofradías pactaron en su día para la volandeira un precio mínimo de 1,50 euros el kilo. Y el acuerdo seguirá vigente para evitar la devaluación de un recurso muy apreciado por su calidad entre profesionales y consumidores.

La caída del jueves

El miércoles, los marineros se fueron a casa bastante satisfechos. El comienzo de la campaña de la volandeira se había caracterizado por una gran abundancia de marisco. Tanto es así que la mayoría de los 37 barcos que salieron a faenaren Cambados hicieron los topes de captura con relativa facilidad, y en la lonja de Tragove se subastaron casi 3.800 kilos. Eso significaba prácticamente el doble de marisco que el primer día de temporada en 2015, cuando se subastaron algo menos de 2.500.

Pero a pesar de que el miércoles hubo mucha más volandeira que hace un año, los precios no fueron muy inferiores, situándose el medio en 3,43 euros el kilo, frente a los 4,72 euros el kilo de media de 2015. Además, la mayor parte de los lotes se despacharon a 3,50 euros el kilo, y solo se vendieron en torno a una docena de cajas a 1,50 euros, que es el precio mínimo por debajo del cual se suspende la subasta. Los primeros míos incluso dejaron boquiabierto a más de uno, con la venta de varios lotes a un precio de 7 euros el kilo cada uno.

Pero las cosas ya cambiaron el segundo día en lo referente a precios. Anteayer jueves fueron a pescar 40 barcos, obtuvieron de nuevo cerca de 3.800 kilos, pero la subasta ya no fue tan fluida como el día anterior, y aunque el precio mínimo fue superior (1,86), el medio se desplomó más de 30 céntimos, y quedó en 3,10.

Por temor a que la situación fuese a peor en días sucesivos, el equipo de Ruperto Costa y los armadores de la volandeira decidieron organizar de urgencia una asamblea para decidir entre todos la hoja de ruta a seguir. Y el planteamiento ha pasado la primera prueba. Ayer viernes, que suele ser un día malo para la volandeira -pocas fábricas trabajan este recurso los sábados, de ahí que no vayan a comprar el viernes-, lograron un precio medio de 3,48 euros el kilo. El mejor desde el inicio de la temporada.

"Esto demuestra que jugando con las cantidades de marisco que traemos a lonja se pueden conseguir buenos resultados", concluye Ruperto Costa.

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