La capilla de Mosteiro sufre un problema muy habitual en el patrimonio religioso: la filtración de humedades. Su cubierta está en mal estado, lo que ha provocado la proliferación en ella de líquenes y musgo. El agua se ha filtrado al interior del templo, causando daños en la carpintería interior o el pavimento de madera del piso inferior y del coro.

El presupuesto del proyecto inicial de la Diputación ascendía a 250.000 euros, si bien finalmente se ha contratado por 187.000, con el IVA ya incluido. El proyecto original ya incidía en que la actuación principal debe ser la rehabilitación de la cubierta. Pero los técnicos también abogan por cambiar la carpintería interior, actuar en las puertas de acceso, limpiar las fachadas y el techo del ábside, restaurar los pavimentos, rehabilitar el campanario y renovar las instalaciones tanto de sonido como de electricidad. El proyecto planteaba también limpiar la vegetación de los muros de cierre.

La capilla de Mosteiro es de estilo románico, y se terminó de construir en 1150, tal y como indica una inscripción existente en el arco triunfal. Uno de sus elementos artísticos más destacados es el ábside semicircular, el cual se decora con ventanas con arquivoltas, y canecillos con trenzados conocidos como de cestería. En el interior, los capiteles son de hojas de acanto.