El juego de la "botella voladora" está arrasando en España. La moda de lanzar envases de agua para que caigan de pie sobre un lugar determinado se ha implantado con fuerza en muchos lugares, y son muchos los expertos en infancia que consideran muy positiva esta tendencia, al alejar a los niños de los juegos tecnológicos.

El juego ya ha llegado también a Cambados, y un operario municipal tuvo que subirse en la mañana de ayer a una escalera para retirar cuatro de botellas que los niños habían conseguido dejar de pie sobre una de las repisas del edificio, cerca del balcón. Pero no son las únicas: también ha aparecido ya alguna botella situada sobre carteles publicitarios.

El concejal de Asuntos Sociales de Cambados, Constantino Cordal, lanza un mensaje positivo de la irrupción de esta moda en Cambados. "Me parece bueno ver a los niños jugando en la calle, y no todo el día delante de una videoconsola". Añade que "a mí no me molesta ver a los niños jugando en la calle. Todos hemos sido niños y hay que ser comprensivos".

No obstante, Constantino Cordal admite que "hay que mantener un equilibrio" entre el juego infantil y la convivencia, como se procura hacer cuando un grupo de niños juega en la calle con un balón de fútbol. "Si este juego de la botella deriva en gamberrismo claro que se les llamará la atención a los niños y se tomarán medidas".

El edil insiste en que tal y como se desarrolla actualmente la moda "me parece positivo". "Mientras no se rompa nada hay que ser un poco permisivo. Pero por supuesto que se actuará si se causan molestias a comercios o viviendas".