"Los viticultores a la hora de negociar contratos a cuatro-cinco años deben conoce la tendencia" advierte. "De hecho -continúa- ya algunas bodegas avezadas, previéndolo, se apresuraron a cerrar contratos por ese número de años con algunos viticultores que se avinieron a firmar a un euro el kilo, pensando que era buen precio después de lo visto el pasado año, pero quizá ahora esos mismos viticultores en las próximos cosechas estén pillados viendo como sus convecinos van a lograr en 2017 y años siguientes precios más elevados que los que ellos han firmado".

Crusat apunta el nuevo proyecto que tiene en vistas la "Agrupación Profesional de Viticultores": la organización de unas jornadas de formación sobre viticultura, para las que pretende la presencia de técnicos, no solo de Rías Baixas, sino de otras con puntos de vista diferentes.