La escasez del recurso hace que en Asturias no puedan extraer erizo de mar hasta, al menos, septiembre de 2018, por lo que pronostican un encarecimiento del producto gallego.
Esto podría explicar que la cofradía de O Grove decidiera introducir esta especie en las subastas diarias de la lonja -en lugar de permitir el cierre de operaciones directamente entre los buzos que la extraen y sus compradores- y aplicarle un precio mínimo de retirada de 6 euros por kilo.
Y no es el único ejemplo, pues hace un par de semanas comenzaba también la campaña en la ría de Pontevedra para media docena de embarcaciones de Bueu y Portonovo que decidieron implementar nuevas normas para garantizar la supervivencia del recurso y evitar lo sucedido en Asturias, como por ejemplo rebajar de 120 a 100 kilos el tope por tripulante o establecer un precio mínimo de retirada, que es de 5 euros.
Eso sin olvidar que ya en febrero en la ría pontevedresa se optó por el establecimiento de vedas en zonas concretas, la reducción en el cupo de capturas diarias y la realización de rareos que impliquen el traslado de ejemplares de erizo entre diferentes zonas de la ría para facilitar la repoblación de la especie.
Con los gallegos adoptando medidas que pueden preservar la especie y mantenerla en el mercado mientras los asturianos tienen que soportar su veda, en el Principado los hosteleros y mariscadores pronostican el encarecimiento del erizo de Galicia y temen el lógico incremento de la oferta que se realiza desde la fachada atlántica.
