La investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y la inminente configuración de un Ejecutivo formal tras casi un año en el limbo político tendrá consecuencias también a nivel local, pues los alcaldes podrán retomar asuntos que permanecían bloqueados por la falta de gobierno. El futuro de la planta judicial y la posibilidad de crear un juzgado más en Vilagarcía, el proyecto de estación intermodal en la capital arousana, la plaza de abastos de Cambados o la desmilitarización de la batería de San Vicente, en O Grove, son solo algunos de los proyectos y gestiones de O Salnés y Ullán que dependen de la administración central.

En Vilagarcía, algunos de los proyectos estrella del gobierno local dependen de Madrid, ya sea desde un punto de vista administrativo o por la elevada financiación que requieren. Es el caso de la estación intermodal, cuya finalidad es coordinar adecuadamente los servicios que ofrecen las estaciones de tren y de autobuses, de modo que se aproveche el mayor flujo de viajeros por la puesta en marcha de la alta velocidad, y que eso sirva para crear una buena red comarcal de transporte por carretera. El gobierno de Vilagarcía quiere implicar en este proyecto a la Xunta de Galicia y al Ministerio de Fomento, y ya tiene el visto bueno de la administración autonómica, pero ahora falta que Madrid también se pronuncie de una forma clara.

También habrá que esperar a que se concrete el compromiso de la exministra de Fomento, Ana Pastor, de que Vilagarcía tendrá una conexión directa por tren con Madrid a partir de 2018. Así se lo trasladó en mayo pasado al alcalde, Alberto Varela, en una reunión celebrada en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, pero Ana Pastor ya no será ministra de Fomento en el nuevo Gobierno de Rajoy.

La administración central también es la que tiene las competencias en el dominio público marítimo-terrestre, de ahí que dependan de ella actuaciones como el arreglo integral del paseo marítimo de Carril, que se construyó a mediados de la década de los 90, y que en algunas zonas ya acusa el paso del tiempo. De hecho, éste es uno de los asuntos que abordaron hace ya un año el alcalde y el subdirector general de Protección de la Costa, Ángel Muñoz Cubillo.

En ese encuentro se habló también de la ampliación del carril-bici que va por orillamar, así como también de la posibilidad de continuar el paseo marítimo hasta Vilaxoán, lo que permitiría recuperar una zona del litoral vilagarciano que actualmente está muy degradada.

En la agenda del gobierno local está también la senda verde de Vilagarcía, Caldas y Portas (que, si al final se construye, será la primera que discurra por territorio íntegramente gallego), que ya ha sido informada favorablemente por el Adif. Pero se trata de una obra de tal calado y que exigirá un presupuesto tan elevado que es seguro que los tres concellos implicados llamarán a las puertas de algún ministerio.

También será competencia del equipo que Mariano Rajoy conforme esta semana el estado de los cuarteles de la Guardia Civil. En Vilagarcía y Cambados llevan años a la espera de unos nuevos edificios, y ahora habrá que ver la postura del Gobierno a ese respecto. Asimismo, se espera que el nuevo ejecutivo de Mariano Rajoy aclare de una vez por todas qué va a pasar con la planta judicial española.

Supuestamente enterrado ya el proyecto de reforma de la misma, que incluía la fusión y "desaparición" de partidos judiciales históricos, en Vilagarcía se espera que el Ministerio de Justicia vuelva a crear juzgados, y que uno de los nuevos se instaure en Vilagarcía para aliviar la carga de trabajo que actualmente soportan las tres oficinas existentes. Aún así, cabe la posibilidad de que aunque el Ministerio cree nuevos juzgados, Vilagarcía se quede de nuevo fuera del reparto, pues en un informe reciente el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia consideraba más urgente abrir otros en las grandes ciudades.

Otros proyectos de Vilagarcía que dependen de una u otra forma del Gobierno central son la pretendida cesión de un tramo de la carretera nacional 640 al Ayuntamiento de Vilagarcía, lo que permitiría construir una rotonda en el acceso desde esa vía al Hospital do Salnés; la puesta en marcha del tren portuario hasta el muelle de Ferrazo; el impulso del adormecido proyecto de los castros (entre los que se encuentra el de Castro Alobre); o la corrección del protocolo de incendios de la isla de Cortegada, que solicitó Ravella y que elaboraron la Xunta de Galicia y Parques Nacionales.

En cuanto a los castros, a finales de octubre la Diputación de Pontevedra y Fomento firmaron un preacuerdo de protocolo de actuación, después de que los trabajos lleven parados varios meses. Esta situación afecta a yacimientos de municipios como Vilagarcía, Ribadumia, Sanxenxo o Valga.