Comenzaron por fin las obras de reconstrucción de las fachadas del pabellón de deportes de Xil, que fueran destruidas por un tornado el pasado mes de febrero. Tras una adjudicación fallida a dos empresas -una no pudo justificar la rebaja con la que concurría y la segunda acabó renunciando- ésta recayó en la firma Zona de Obra O Rosal S.L.U. por un montante de 108.753 euros. La empresa, que iniciaba sus trabajos hace unas semanas, dispone de tres meses para su finalización y entrega.

Pese a la premura del plazo las obras marchan de forma intermitente, e incluso debían detenerse estos días por problemas de seguridad. Dichos problemas obligaban a los operarios a vallar esta semana con meticulosidad todo el perímetro, por lo que se espera puedan retomarse los trabajos en los próximos días. Hasta el momento, y después de tres semanas, únicamente se había procedido a la retirada de escombro y de las partes sueltas del tejado. Cabe reseñar que las obras conllevarán la reconstrucción de las dos fachadas dañadas. Para ello se levantará una perfilería metálica que sustentará un material de acabado en vidrio y paneles de policarbonato multicelda, lo que permitirá asegurar el uso de las instalaciones.

Se trata de una actuación que se ha venido demorando en el tiempo, primero por la necesidad de diversos permisos, entre ellos el de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, dado que la obra se veía afectada por la cercanía del iglesario de Xil, con su vieja rectoral, hórreo e iglesia, estructuras éstas que, pese a la inmediatez a la zona afectada, no se vieron dañadas por el tornado del 6 de febrero. El segundo obstáculo fue hallar la financiación necesaria para acometerla, la cual el grupo de gobierno acabó encontrándola al final a través de los planes municipales de la Diputación de Pontevedra.

Y el tercero de los obstáculos fue una adjudicación de obra frustrada hasta en dos ocasiones.

En principio el proyecto levantara el interés de numerosas empresas, hasta el punto de que muchas formalizaron su oferta y concurrieron a un concurso que partía con un presupuesto técnico de partida de 129.458 euros. La gran mayoría de las empresas rebajaron esa cuantía, la que más la coruñesa Gecoga Construcciones y Proyectos S.L. que concurría con 96.800 euros. No obstante, al ser su presupuesto inferior en un 10 por ciento a todas las demás ofertas presentadas -rebajaba en 32.658 el peritaje inicial- la mesa de contratación receló y demandó justificación para tamaña rebaja.

Al no presentarla, la mesa optó por la segunda mejor oferta, la de la viguesa Reforvigo, la cual concurría con 107.458 euros, rebajando en 22.000 euros la cuantía del peritaje. Sin embargo el 29 de agosto esta empresa comunicó su renuncia y la retirada de su oferta.

El motivo, según explicó Lourdes Ucha en el último pleno, que presupuestara sin ver in situ la obra. Fue por ello que al final corrió el puesto a la tercera mejor oferta, la de Zona de Obra O Rosal S.L.U., que concurría con 108.753 euros y que es la que la final ha comenzado los trabajos.

Cabe señalar que el grupo de gobierno pretendía la reconversión de este pabellón, que estaba infrautilizado y que presentaba problemas con la condensación, en un centro deportivo tipo gimnasio. Respondía la propuesta a un compromiso electoral que había adquirido Partido Popular en las últimas municipales, si bien los daños ocasionados por el tornado en febrero trastocaron en buena parte el proyecto y los plazos para esta reconversión.