Alivio es la palabra que mejor define cómo ha reaccionado la comunidad educativa de O Salnés al anuncio del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, de dejar sin efectos académicos las reválidas de ESO y Bachillerato hasta que se alcance un Pacto de Estado en Educación. Aprobar o suspender los exámenes será indiferente para obtener el título, si bien la reválida de 2º de Bachillerato se mantiene como prueba de acceso a la universidad. "Es un alivio para el alumnado, las familias y el profesorado", afirma el director del IES Castro Alobre de Vilagarcía, José Carlos Cid, si bien matiza que el anuncio apenas influye en el devenir el presente curso. "Ya sabíamos que este año iba a ser de prueba, que no tendrían efectos académicos" y aún así "los alumnos están nerviosos y también las familias, que vienen al instituto a preguntar si sabemos algo". Lo cierto es que ningún centro cuenta todavía con directrices del Ministerio de Educación en relación a los contenidos o al desarrollo de las reválidas de 4º de ESO y 2º de Bachillerato. "Estamos en el limbo", afirma Diz, que no esconde su posición contraria a este tipo de pruebas y sostiene que "la huelga de ayer (por el miércoles) fue lo que hizo rectificar" al Gobierno en funciones.

Si no tienen efectos académicos, "¿por qué no se eliminan las reválidas?" se pregunta Diz y otros directores como Ramón Martínez, del IES Ramón Cabanillas de Cambados. "No tiene sentido que se hagan", dice Martínez, pero para suprimirlas tendrían que modificarse la Ley para la mejora de la calidad educativa (Lomce). Serán exámenes con carácter diagnóstico con los que se evaluará la evolución general. Otra de las incógnitas afecta a las reválidas de 3º y 6º de Primaria a las que Mariano Rajoy no se refirió en su anuncio durante el debate de investidura. En sus alocución, el presidente en funciones hizo un llamamiento al resto de partidos para negociar un pacto de Estado en materia de Educación, pero "este no debe consistir en derogar la Lomce", añadió. "Vamos a abordar la suspensión de los efectos académicos de las evaluaciones finales de la ESO y Bachillerato hasta que se alcance ese pacto" fueron las palabras de Rajoy.

Desconocimiento total

Estas, incide Clara María Martínez, vicedirectora del IES Monte da Vila de O Grove, no suponen en la práctica "tanto cambio, porque habrá que realizar la prueba y el problema es que no tenemos ninguna previsión sobre cómo va a ser ni que estructura va a tener. Lo desconocemos todo de esos exámenes". En definitiva, concluye, "era lo que ya sabíamos, que este año no tendrían efectos académicos para los alumnos pero sí carácter diagnóstico, que para nosotros es algo importante".

Con dureza se refiere Ángel Martínez, jefe de estudios del instituto A Basella de Vilanova, al sistema de reválidas, del que dice que "lo inventaron porque no se fían de la calidad de la enseñanza y de los profesores. Su desaparición sería positiva" a su juicio ya que "no tiene sentido que "todo el trabajo de años de los alumnos dependa de un examen en el que se ponen muy nerviosos". A esto añade, que si las pruebas se mantienen con carácter diagnóstico, como ya confirmó el Ministerio de Educación, "hay que hacerlas bien, porque tal y como están tienen poco sentido. No reflejan los conocimientos ni el nivel de los alumnos". Ángel Martínez concluye diciendo que "para que la reválida únicamente sustituya a la selectividad como examen de acceso a la Universidad no había falta cambiar nada".