Agricultores de la parroquia cambadesa de Oubiña están sufriendo constantes robos en sus plantaciones de diversos productos de la huerta que, si bien de momento no han supuesto pérdidas importantes para ellos, sí constituyen un riesgo para quienes los consuman, advierte Ramiro Gómez, uno de los afectados. Porque algunas de las frutas y verduras robadas acabas en las últimas semanas acababan de ser tratadas con productos fitosanitarios, lo que supone un verdadero peligro para la salud de los consumidores finales.

Kiwis, espigas o verduras. Cualquier cosa vale a los ladrones que vienen actuando de forma reiterada en plantaciones emplazadas en la zona comprendida entre Cabanelas y Pontearnelas. "Da lo mismo que sea de noche o de día", actúan con total impunidad y los afectados, por el momento cuatro agricultores, sospechan que los productos se destinan a la venta irregular. La reincidencia está siendo tal que los afectados se plantean incluso hacer vigilancias nocturnas por turnos. "Yo ya lo estoy haciendo", comenta Gómez, pero "esto también es un problema. Si me encuentro a alguien en la finca y me da un golpe o me lo dan a mi...". De ahí que también pusiesen los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, a la que solicitaron colaboración y un mayor control en la zona para dar con los autores de estos robos.

Por el momento el daño económico causado por los hurtos de productos hortícolas no es demasiado, confirma Ramiro Gómez, sino que el principal problema es que son verduras y frutas "tratadas hace pocos días" con fitosanitarios, por lo que "la gente debe de tener cuidado" a la hora de comprar ante la posibilidad de que se produzca un problema alimentario. Este afectado recomienda a los consumidores esta en alerta. "Si compran en supermercados o comercios pueden estar tranquilos, pero si lo hacen a un particular puede darse un problema alimentario", advierte Gómez.

Otra oleada hace años

Los horticultores de Oubiña ya sufrieron hace años otra oleada de robos en sus plantaciones, si bien en aquella ocasión sí causó importantes pérdidas a los damnificados. "Nos liquidaron casi todas las plantas, cerca de 3.500 kilos de kiwis", recuerda. Ahora esperan atajar el problema pronto para que los daños económicos no alcancen semejante cuantía porque "vivimos todo el año de esto", indice Ramiro Gómez.