Medio Ambiente y comuneros de Cea comparten los gastos que genera el desbrozado que estos días se lleva a cabo en monte Xiabre con el fin de protegerlo de incendios forestales como los ocurridos el pasado mes de agosto.
Para ello han contratado una empresa que realiza las tareas de eliminación de maleza con lo que se pretende disminuir las posibilidades de que el fuego se extienda vorazmente como ha ocurrido en la zona de Fontefría, donde arrasó decenas de hectáreas de monte arbolado.
Los trabajadores han comenzado hace más de una semana los trabajos de retirada de silvas, helechos "xestas" y tojos que han crecido de forma desbocada en el último año, por lo que en época de sequía convierte la zona en un verdadero polvorín a expensas de cualquier desaprensivo o de forma accidental.
Con todo, los trabajos que se llevan a cabo en el monte son objeto de discusión, sobre todo en el otoño debido a la presencia de cazadores y también recolectores de productos forestales, especialmente los relacionados con la micología.
Los aficionados a la caza lamentan la presencia de los trabajadores de esta empresa en el Xiabre los días en que están autorizadas las batidas de conejo, zorro, palomas torcaces y otras piezas que solo se pueden capturar por el día.
Aseguran que con el ruido de desbrozadoras y motosierras "espantan a los animales que se encuentran a cierta distancia", por lo que les dificulta la actividad deportiva.
Y es que los empleados de esta empresa están actuando precisamente en la zona que se ha salvado de los incendios del mes de agosto, por lo que es el autorizado para disparar los jueves, domingos y festivos que el calendario marca hasta el próximo mes de enero.
"Evidentemente que no vamos a decirle nada a los trabajadores pero la empresa debería tener en consideración que esos días no deberían ser hábiles para realizar actividades que puedan interrumpir esta actividad recreativa", afirma uno de los cazadores consultados en la zona.
Pero tampoco es grato el trabajo que desarrollan para los recolectores de níscalos u otras setas de interés culinario "porque arrasan con todo lo que hay en el suelo", explica una de las mujeres que estos días jya ha subido al monte en busca de este manjar.
Por su parte, Adega y otros grupos ecologistas defienden que el monte sea compartido por todos, independientemente del día que sea.
De hecho critican la actividad de la caza porque limita otras actividades deportivas que también se desarrollan en el monte en días festivos u otros cualesquiera, caso de la recogida de hongos, el deporte de bicicleta de montaña o simplemente el senderismo.
Consideran los ecologistas que las escopetas son un riesgo potencial para todos los que quieren disfrutar del ecosistema forestal en esos días señalados en que se habilitan los cotos de caza.
De hecho proponen a los propietarios de terrenos que prohíban expresamente la caza con el fin de limitar la citada actividad cinegética.
Por su parte los cazadores piden a toda persona que estos días quiera disfrutar de la naturaleza en los montes de la comarca de Arousa que emplee vestimenta muy visible, a poder ser reflectante, para garantizar la seguridad.
"Las balas pueden ser un peligro porque a veces rebotan", explican, pero en otras ocasiones puede no verse a una persona que esté agachada recogiendo algún producto de la época en el monte.
La seguridad es uno de los debates en este inicio de la temporada de caza debido a los dos accidentes que han ocurrido en Galicia, uno de ellos, con una víctima mortal por disparo de arma de fuego.
