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Crisis entre concellos

Vilagarcía y Vilanova se enzarzan en una guerra por el cierre de un vial secundario

Durán ordenó ayer por la mañana retirar la piedra de una carretera que sirve a los vecinos de Baión para llegar al Hospital -Varela decretó el cierre por la tarde ante el temor de nuevos desprendimientos

Vilanova abrió el vial, pero Vilagarcía decretó su cierre una hora después. // Iñaki Abella

Una pista secundaria, abierta en la época en la que se construyó el vial de acceso al Puerto de Vilagarcía ha desatado las hostilidades entre los Concellos de Vilagarcía y Vilanova. Los primeros acusan al alcalde del segundo, Gonzalo Durán Hermida, de haberse extralimitado en sus funciones al retirar una piedra que se encontraba en terrenos de Vilagarcía, mientras Durán asegura que lo hizo para tratar de abrir cuanto antes un vial que es muy utilizado por los vecinos de la parroquia de Baión para acceder al Hospital de O Salnés.

Pero para conocer los orígenes de este conflicto hay que remontarse a la tarde del pasado sábado, cuando, a causa de los temporales, se registraba un desprendimiento de piedras en una pista que enlaza la zona de Os Carballos, en Baión, con la rotonda que da acceso al Hospital de O Salnés. El desprendimiento era en Vilagarcía, y alertados por el 112, hasta allá se fueron los voluntarios de Protección Civil para resolver un problema, en principio, menor. Sin embargo, una vez en el punto se encontraron con el problema de la titularidad del vial, ya que sin los permisos de la administración con competencias, no se puede proceder a la reapertura del mismo.

Durante todo el fin de semana, el vial estuvo cerrado al tráfico, hasta que ayer por la mañana, comenzaron a llegarle quejas al alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán. Este era consciente de que el problema no se encontraba en su municipio, pero los perjudicados por el cierre de la carretera son sus vecinos, y no esperó más: contactó con una empresa de la comarca y le conminó a retirar las piedras para volver a abrir la pista a la circulación, al tiempo que alertaba al Ministerio de Fomento, supuesto propietario del vial, de la situación para que se adopten medidas para evitar que vuelvan a registrarse desprendimientos. El propio Durán no dudaba en señalar que "había un problema y había que solucionarlo, ya se determinará después quien debe asumir el coste de la limpieza de la calzada y la instalación de medidas de seguridad en el talud para evitar que vuelvan a registrarse desprendimientos, pero los vecinos de Baión no pueden esperar por un servicio a que el Concello de Vilagarcía arregle con el titular de la vía sus temas burocráticos, y la alternativa a este vial es recorrer más de cinco kilómetros para llegar a un servicio que tienen prácticamente al lado de sus casas".

Tras ser retiradas las piedras por la empresa, Durán ordenó la reapertura del vial, con lo que todo parecía regresar a la normalidad. No fue así. Tan solo una hora después, el Concello de Vilagarcía ordenó volver a cortar al tráfico ese vial, argumentando que levantar "el cierre establecido por el servicio municipal de emergencias de Vilagarcía resulta del todo imprudente, ya que los técnicos consideran que existe un elevado riesgo de nuevos desprendimientos".

El Concello de Vilagarcía no dudó en recordarle al regidor vilanovés, a través de un escrito, que ya se ha remitido un oficio a la Diputación, comunicando la incidencia y los riesgos existentes para que se adopten medidas concretas para garantizar la seguridad de las personas que transitan por ahí. En ese oficio también se solicita una inspección técnica para evaluar si el talud es estable o si es preciso adoptar medidas de consolidación, asegurando desde el Concello vilagarciano que "mientras este aspecto no se dilucide, y dada la existencia de vías alternativas, esta permanecerá cerrada al tráfico como medida preventiva".

La decisión de Vilagarcía dejó estupefacto ayer al alcalde de Vilanova, que no entiende lo que pretende hacer Vilagarcía con el vial. "Hasta cuando tienen previsto mantenerlo cerrado; cuanto se va a esperar para acometer las obras de protección de los taludes; y sobre todo, cómo va a perjudicar esto a los vecinos de Baión, porque hay que recordar que esta carretera es utilizada por las ambulancias, incluso, para traslados de enfermos y urgencias; Además, es un vial de Fomento y ellos le reclaman a la Diputación que solvente la situación, es decir, podemos estar esperando durante años a que se abra la carretera".

El regidor vilanovés pone de ejemplo lo que ocurre con la VG 4.3, donde se registran desprendimientos todos los inviernos. "En ese punto, los desprendimientos en el talud son muy frecuentes, y nunca, nunca he visto cortado ese vía, más bien todo lo contrario, en cuanto se retiran los restos del talud, se reanuda la circulación mientras los operarios instalan las protecciones adecuadas para que no vuelva a repetirse; en este caso debería actuarse igual y de forma inmediata". Es más, Durán se pregunta si en caso de que esto hubiese ocurrido en un acceso a Vilagarcía "se tomaría la decisión de mantener cerrada la carretera, seguro que no, por eso creo que cerrar por completo el vial a la circulación no es la solución que se debe tomar".

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