La campaña de vacunación contra la gripe arrancó ayer en los centros sanitarios de la comarca, al igual que en el resto de Galicia, con el objetivo de lograr una cobertura del 65% entre la población de más de 65 años y haciendo especial hincapié en la vacunación del personal sanitario para así reducir las posibilidades de transmitir enfermedades a las personas que cuidan o atienden. En el ambulatorio de San Roque, en Vilagarcía, la campaña arrancó con algunos problemas informáticos que durante las primeras horas de la mañana de ayer impidieron registrar los datos de los pacientes inmunizados. Además, al contrario que en años precedentes, no se habilitó una sala específica para dispensar vacunación antigripal, sino que los pacientes deben acudir a las consultas de sus respectivos médicos de cabecera. Así, explica Elvira Sineiro Galiñanes, jefa de servicio del ambulatorio, se pretenden corregir errores puntuales en el registro de las vacunas que se producían en campañas anteriores debido a la elevada demanda asistencial durante algunas jornadas, especialmente las primeras y las últimas.

Elvira Sineiro incide, además, en que "no es necesario venir a vacunarse los primeros días". Al contrario, recomienda esperar unas semanas para que la vacuna sea efectiva en los momentos de mayor impacto de la enfermedad, cuando se producen picos elevados de afecciones y contagios, que suele ser entre finales de año y el mes de marzo. "El virus se activa con temperaturas frías y ahora todavía no las tenemos", por lo que "cuanto más tarde se vacune la gente, más protegida estará", teniendo en cuenta que la eficacia de la vacuna dura unos tres meses. Según los datos de la Consellería de Sanidade el mayor pico de gripe el pasado año se produjo entre finales de enero y principios de febrero y fue de intensidad baja. Una réplica todavía más leve se registró a mediados del mes de marzo.

Luis Castro Vilas, de 80 años de edad, fue uno de los pacientes que en la mañana de ayer acudió al ambulatorio de San Roque para inmunizarse ante la gripe en la enfermería de la consulta de la doctora Sineiro Galiñanes. "Todos los años pongo la vacuna por recomendación médica porque fui operado dos veces", explicaba ante la enfermera. José López Rodríguez, de 87 años, también es un habitual de las campañas antigripales y ayer, aprovechando una revisión médica para la que tenía cita, se puso también la inyección.

La campaña de vacunación se prolongará hasta el 23 de diciembre e incluso más allá mientras haya dosis disponibles. La Consellería de Sanidade adquirió este año un total de 530.000 vacunas distribuidas por más de 900 centros sanitarios, consultas médicas y residencias de Galicia, de los cuales 250 se encuentran en la provincia de Pontevedra. Personas mayores de 60 años, pacientes crónicos, con enfermedades metabólicas o inmunodeficiencias, niños y adolescentes con tratamientos prolongados de aspirina, personas con obesidad mórbida, mujeres embarazadas, personal sanitario y cuidadores de enfermos son los principales grupos de riesgo a los que se dirige la campaña. Pero las vacunas también se dispensan al resto de la población siempre que haya dosis. "No se pone ninguna traba", comenta Elvira Sineiro.