Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una lucha territorial que aparece de vez en cuando

La convivencia institucional entre Vilagarcía y Vilanova no siempre es totalmente cordial, ya que goza de periódicos sobresaltos por cuestiones de lindes o por la toma de decisiones a un lado o al otro de la frontera.

Sea de quien sea la responsabilidad, lo cierto es que, cada cierto tiempo surge una disputa, sea por una piedra caída en el centro de un pavimento por el que apenas atraviesan vehículos o sea por otra convertida en un monumento que Vilagarcía se apropio para la Vuelta Ciclista a España, como es la de Lobeira, un gesto que no gustó nada en Vilanova.

También se han registrado debates sobre quien debería encargarse de reparar otro monumento, el cruceiro da Rúa Nova, derribado en un desgraciado accidente. Los restos del monumento fueron recogidos por Vilanova de Arousa, e inmediatamente, reclamados por Vilagarcía, al considerar que el cruceiro se encontraba en su término municipal. Diferentes análisis acabaron demostrando que en Vilanova solo se encontraba parte de la base y que el resto de la infraestructura se encontraba en Vilagarcía, y para evitar que el enfrentamiento fuese a mayores, la Diputación acabó reparando el cruceiro e instalándolo en la zona. Curiosamente, ese cruceiro se encuentra delante de un pazo con hondas raíces valleinclanianas, creador de un género conocido como esperpento.

Si surrealistas fueron los anteriores, más lo fue el ocurrido en las elecciones de 2007, cuando Gonzalo Durán montó en cólera porque los socialistas de Vilagarcía acabaron realizando pegadas de carteles con la cara de Enrique León en As Sinas a la búsqueda de no se sabe muy bien que votos

Ha habido muchos más, como el conflicto del agua a inicios de la década pasada, cuando Vilagarcía se enganchó sin permiso a la red de la Mancomunidade en Vilanova o diferentes cuestiones de lindes en O Rial, Baión y András, que implicaron también a comunidades de montes.

Compartir el artículo

stats