Desiderio Dovalo tenía la ilusión de vivir en los tres siglos. Le faltaron apenas unos años para ello. Ávido lector, durante su vida fue almacenando sobre el suelo de una habitación de la Rectoral cada periódico que leía y, de hecho, algunos conservan aún en su interior reseñas de su puño y letra, escritas a lápiz, que precisaba queun artículo le quedaba pendiente de lectura.

Cuando falleció el 26 de diciembre de 1990 la familia se encontró con los diarios en el momento de vaciar los enseres personales del clérigo de la vieja rectoral. En principio habían decidido destinarlos al fuego, pero la asociación cultural y deportiva GAM, alertada por el sobrino del párroco, Pablo Dovalo, emprendió la acción salvadora. Durante una matinal de aquellas vacaciones navideñas, valiéndose del remolque de un motocultor, el puñado de jóvenes que integraban el colectivo, trasladaron los periódicos al local social de la asociación ubicado entonces en la planta baja del consistorio. Luego, durante meses, pusieron tiempo y dedicación para limpiar de polvo cada uno de los ejemplares, clasificarlos y atarlos en fajos etiquetados protegidos por tapas de cartón piedra.

Completada la labor, la colección fue ofrecida al concello, presidido entonces por Germán Rodiño, con la condición de convertir una pequeña estancia de la entonces biblioteca municipal, ubicada en la casa de cultura de Meaño, en hemeroteca que llevara el nombre del párroco. A aquella inauguración acudiera Hipólito de Sá, experto en Románico y que entablara en su día amistad con el párroco finado, y el secretario del Museo de Pontevedra, José Fuentes, quien mostrara su asombro por tamaña colección que calificó como "de las más completas de Galicia".

La hemeroteca recibiría con posterioridad otros fondos. Entre ellos destacar la colección completa (1.981 números), de la revista "La Gaceta Ilustrada", editada entre 1960 y 1982, y otra de 726 ejemplares de la revista "Cambio 16", entre 1982 y 1996, que incluye, a mayores, números sueltos de los 70 en edición facsímil, censurados en su día, como el de la muerte de Franco en noviembre de 1975. Ambas colecciones, gestionadas también por la asociación GAM, fueron donadas a mediados de los 90 por el vigués, residente en Areas, Nilo Fernández Cabaleiro. Una tercera donación fue de 124 revistas de "El País Semanal" entre los años 1995 y 1997 aportadas por la vecina de Padrenda, Mª Eugenia García.

Aquella sala, presidida por una estatuilla del párroco -esculpida por la artista meañesa Guadalupe Martínez "Guada"- llevó el nombre del clérigo durante años. A mediados de la última década la hemeroteca original -de la que al final se acabaron desechando algunos fondos- se trasladó al Pazo de Lis donde, desde entonces, dormita en una sala en que ya nada recuerda al clérigo, ni aquella estatuilla que hoy da lustre a una pared blanca de la planta alta del consistorio meañés. Eso sí, una iniciativa de la asociación GAM logró que en 1998 el concello otorgara el nombre de Desiderio Dovalo a la calle que lleva hasta la iglesia parroquial.