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Libros de Cambados para África

La nueva ley educativa obligó a "jubilar" miles de tomos de los bancos de de las Anpas de los institutos - Ejemplares que ahora tienen que tirar o regalar

Reunión de la Anpa "Arco de Fefiñáns" por el banco de libros. // Noé Parga

La nueva ley educativa, la Lomce, ha supuesto la renovación de buena parte de los libros de texto que se utilizaban tanto en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) como en el Bachillerato. Una cuchillada de muerte para los bancos de libros creados desde hace unos años por las asociaciones de padres de alumnos de algunos institutos. Pero, aunque malheridos, varios de ellos siguen funcionando. Es el caso de los bancos de las Anpas de los institutos Ramón Cabanillas y Castro Alobre, en Cambados y Vilagarcía, respectivamente.

La obligatoriedad de utilizar libros de texto diferentes a los anteriores no solo vació de ejemplares útiles las estanterías de los bancos de libros de las Anpas, sino que también obligó a los padres a buscar una solución para los centenares de volúmenes que, al quedar desfasados, ya no se podían prestar. En el caso del Cabanillas han optado por buscar una organización no gubernamental interesada en hacerse con los libros; mientras, en el Castro Alobre, optaron por deshacerse de ellos, al considerar que ya no son útiles en el sistema educativo actual y que, además, muchos de ellos ya acusaban el paso del tiempo, tras varios años pasando por manos diferentes.

En el caso de la asociación de padres de alumnos "Arco de Fefiñáns", perteneciente al Cabanillas cambadés, reunieron un millar de libros que se quedaron obsoletos con la entrada en vigor de la Lomce. Y lo que hizo la directiva fue hablar con varias ONG. Recientemente, la Anpa celebró una asamblea, en la que se explicó a los socios que dos organizaciones de este tipo habían mostrado su interés por recoger los textos, con la finalidad de enviarlos a varios países de África y América Latina, en los que desarrollan proyectos educativos.

"El problema -señala uno de los directivos de la Anpa- es que estas asociaciones solo están interesadas en recoger los libros de texto en castellano, y también tenemos muchos en gallego que, si no encontramos alguien que los quiera, habrá que tirar". De ahí que lo que se decidió es sondear la posibilidad de que algún colectivo de asistencia social recoja todos los libros, independientemente de la lengua en la que estén escritos. Si no lo encuentran, serán las ONG con las que ya se habló antes las que se harán cargo de los volúmenes para enviarlos a África o América.

Punto limpio

En el Castro Alobre de Vilagarcía desistieron de la posibilidad de donar los libros a una entidad benéfica por dos motivos. La presidenta de la Anpa, Silvia Roura, plantea que "en la mayoría de los casos son libros muy viejos, con tres o cuatro cursos, que han pasado por las manos de niños que aún no los cuidan tanto como hacen los mayores. Además se han quedado obsoletos. Y del mismo modo que ya no nos sirven a nosotros tampoco le iban a servir a Cáritas u otra organización similar, porque el cambio ha afectado a toda Galicia".

El curso pasado la administración educativa ordenó cambiar los libros de primero y tercero de ESO, y eso obligó a la Anpa a "jubilar" 800 ejemplares. Lo que hicieron con ellos fue trasladarlos al punto limpio de Pinar do Rei en colaboración con operarios municipales. "Habíamos hablado con empresas de recogida, pero nos cobraban por llevarlos. Y cuando por fin encontramos una que no nos cobraba, resulta que el día que venían hacia aquí tuvieron un accidente. No fue nada grave, pero nos dijeron que tardarían algo en venir, y a nosotros nos corría prisa deshacernos de los libros porque el instituto necesitaba un aula. Así que llamamos al Concello", recuerda Roura.

Este curso los arrojaron en unos contenedores de papel y cartón habilitados en el centro. Se cambiaron los de segundo y cuarto de ESO, lo que supuso la "jubilación" de más de un millar de libros. Los padres creen que es una pena, pero aducen que la administración no les dejó otro remedio.

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