La sobrina del patriarca de los "Charlín", María Yolanda Charlín, es una de las imputadas en el juicio que, desde el lunes, se celebra en la Audiencia Provincial de Valladolid. Junto a ella, también está encausado su marido bajo la acusación de haber hecho en diciembre de 2013 un pedido de seis kilos de heroína a los responsables del primer laboratorio de esta sustancia descubierto en España. La integrante del clan de los "Charlín" ha salido indemne durante la segunda jornada, al no ser capaz, ninguno de los policías declarantes, de situarla por aquellas fechas en la provincia vallisoletana.

Los agentes, todos ellos participantes en el dispositivo de seguimiento y vigilancia montado en los alrededores del laboratorio, situado en la localidad de Fuensaldaña (Valladolid), se han limitado a ratificar la participación en los hechos de otros seis de los procesados que figuran inmersos en la presente causa y que ya el primer día del juicio reconocieron su culpa y pactaron distintas penas que ascienden a 39,5 años, 31 menos de los que inicialmente pedía para ellos en su conjunto el Ministerio Fiscal.

Sin embargo, los funcionarios policiales han reconocido que en el curso de las pesquisas, de forma coordinada con la Udyco de Madrid y el Greco de Pontevedra, nunca llegaron a detectar en la provincia de Valladolid la presencia de Yolanda Charlín, ni de su esposo, el hondureño Walter V.R., y ello a pesar de que la fiscal del caso sitúa a ambos en la capital del Pisuerga el 1 de diciembre de 2013 para, supuestamente, cerrar la compra de heroína que tres días después tendría que ser transportada hasta Cambados.

Respecto del tercer procesado gallego, Víctor R.D.P., que al igual que los dos anteriores se ha declarado inocente, los agentes de la Policía Nacional creen que pudo ser uno de los dos hombres que el 28 de noviembre de 2013 se entrevistaron en Valladolid con el "cerebro" del laboratorio, Carlos P.H, e incluso visitaron las instalaciones del mismo en Fuensaldaña, tras lo cual, compartieron mesa y mantel en el restaurante 'Manolín', en la carretera de La Esperanza.

Aunque Víctor R.D.P. es, según la tesis de la acusación pública, el mensajero que la "Charlín" y su esposo mandaron a Valladolid para conocer el laboratorio antes de realizar el encargo de mercancía, los policías admiten que pudo ser uno de los interlocutores del encuentro presenciado ese día, pero sin tener la certeza absoluta de ello.

"Facilité su descripción y el sospechoso fue identificado a partir de una fotografía que aportó el inspector del grupo", ha explicado uno de los policías, quien, asimismo, ha relatado que el dispositivo de vigilancia fue activado a raíz de que su jefe les informara de que, gracias a "pinchazos telefónicos", se había conocido que varios emisarios de Galicia tenían previsto desplazarse a Valladolid para citarse con los del laboratorio.

De hecho, otro de los policías, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha incidido en que el principal inculpado en este proceso, Carlos P. H, residente en Valladolid, estaba siendo ya investigado desde hacía tiempo por tráfico de drogas, a partir de un taller en la también localidad vallisoletana de La Cistérniga en el que, además, se manipulaban números de bastidores de vehículos robados para su posterior venta.

"Se cruzó esta investigación con otra que se estaba realizando en Galicia", ha apuntado el agente, quien, junto con otros compañeros, participó el día 4 de diciembre en el dispositivo que se saldó con la interceptación de un turismo Opel Astra cargado con 6 kilos de heroína que, supuestamente y como así mantiene la fiscal, tenían por destino Cambados y habían sido encargados por la "Charlín" y su marido.

"Fue un milagro que ningún agente resultara atropellado porque la huida fue muy violenta", ha recordado el testigo aliviado.

El juicio en la Audiencia de Valladolid se reanudará el próximo martes, día 25 de octubre, y está previsto que las conclusiones puedan ser ya expuestas el día 27, bastantes días antes de lo previsto gracias a que las distintas partes personadas en el proceso han renunciado a abundante prueba testifical y pericial.

María Yolanda Charlín, su esposo Walter V.R. y Víctor R.D.P. se exponen a una condena de ocho años de cárcel y al pago de multas por importe de un total de 1.400.000 euros.