Hasta 200 pacientes al día están atendiendo en Urgencias del Hospital Montecelo los profesionales de la sanidad pública, una cifra que se debe, según fuentes del servicio, "al abandono de la Atención Primaria" por parte del Sergas, donde las citas para acudira al médico de cabecera llegan a ser de una semana en algún centro de Pontevedra y de 15 días en los de otros concellos como Poio.

Los pasillos del espacio habilitado para el servicio de Urgencias del Hospital Montecelo se encontraban el pasado lunes al límite. La situación ayer a la mañana era similar y se viene repitiendo desde los últimos años. Hay momentos en los que los enfermeros y celadores tienen que hacer encaje de bolillos para colocar las camillas con los pacientes, que tienen que aguardar durante horas hasta que consiguen regresar a sus casas con un diagnóstico en firme.

Los médicos han llegado a hacerse cargo de hasta 200 pacientes en un solo día, repartidos en los tres turnos. "A veces no es una cuestión de números. No se trata tanto de cuántos atendemos en cada turno, sino de que el número de boxes es insuficiente, así como el tiempo que disponemos para cada uno", se quejan desde este servicio.

"Ha aumentado el número de personas que acuden a nosotros porque en los últimos cuatro años, en el último mandato autonómico, a la Medicina Primaria le han dicho 'buscaos la vida' y la gente viene aquí porque sus médicos de cabecera no son capaces de darles una solución a sus problemas de salud", explica uno de los trabajadores del Sergas.

Tal y como publicó FARO hace una semana, los pacientes del ambulatorio Virgen Peregrina de Pontevedra han llegado a esperar en los últimos meses hasta una semana por una cita previa simple para una consulta o recetas con su médico de cabecera. Si aún encima el enfermo utiliza el centro de salud de alguno de los concellos vecinos esa espera puede llegar a ser de hasta 15 días, como ocurre en el de Anafáns, en Poio. Estos últimos también son usuarios de urgencias de Montecelo.

La plataforma SOS Sanidade Pública explicaba esta situación porque no se han cubierto los puestos de los médicos "a los que han obligado a jubilarse a los 65 años". "Los recortes en Atención Primaria están en torno al 18%, mientras que el aumento de gasto en hospitales ha sido de un 2%", explica este colectivo de profesionales de la sanidad pública.

A esta falta de reemplazo se añade la situación laboral del persona. "En el hospital hay interinos que llevan trabajando como tales desde hace diez años", denuncian.

"La Atención Primaria está abandonada por completo. Antes tenía su propia gerencia, pero ahora es única", se lamenta la fuente del servicio de Urgencias.

Sobre los retrasos en las citas en los puntos de atención continuada, la gerencia del CHOP respondía hace unos días que "no es algo usual" y que, en cualquier caso, "ni las citas urgentes ni las preferentes tienen tal demora".

El temor de los trabajadores de Urgencias es el comienzo de la época de gripe, cuando reciben a más pacientes. En estos períodos, los lunes, por ser día después de fin de semana, y los viernes por la tarde son las peores jornadas.

El pasado lunes, por ejemplo, eran muchos los mayores con procesos gripales, bronquitis y problemas de asma que se encontraban haciendo uso del servicio.

"Si tienes catarro o gripe, este no es tu sitio. Debes ir a tu centro de salud", reza unos de los mensajes de la recientemente remodelada área de Urgencias del CHOP. "Durante la época de gripe, puedes encontrar a las ocho de la mañana a un paciente que lleva esperando desde la una de la madrugada", confiesan las fuentes consultadas.

En un día normal de trabajo en el servicio de Urgencias el número de personas que pueden encontrarse esperando para ser atendidas es de 27 o 30. "Muchos de ellos son pacientes que vienen con patologías banales, pero que se ven obligados a acudir a Urgencias porque se encuentran mal y las citas que les van a dar en el médico de cabecera son para tres o cuatro días más tarde, cuando lo normal es que no pasen de los dos días", recalcan las fuentes consultadas.

Los médicos se reparten en tres turnos. Seis de mañana, seis de tarde y cuatro de noche. Además, hay uno en observación de camas, "ya que tenemos once pacientes ingresados, que cambian todos los días".

Precisamente, el pasado lunes los médicos se vieron obligados a ingresar en un box a uno de los pacientes, "ya que no había camas libres ni en Montecelo ni en el Provincial, a donde se desvían los enfermos crónicos".

De los doce boxes con los que cuenta el servicio, tres son de consulta rápida.