Las jornadas de exaltación del centollo de O Grove, que el Concello pretende celebrar entre el 1 y el 11 de diciembre, podrían suspenderse. El año pasado ya se vieron amenazadas, en aquella ocasión por la "falta de tiempo" con la que se topó el ejecutivo local para organizar la cita después de las elecciones municipales. Finalmente se llevaron a cabo, pero esta vez, cuando sí se afrontó el proceso organizativo con antelación suficiente, el problema se antoja mucho mayor y difícilmente solventable.

El hándicap con el que se encuentra la Administración local no es otro que la falta de interés de la hostelería, sin cuya implicación y participación activa las jornadas no tienen sentido, al menos con el modelo introducido hace ya trece ediciones. Y es que se necesita disponer de restaurantes dispuestos a colaborar, para lo cual deben comprometerse a ofrecer centollo a sus clientes, garantizando siempre la máxima calidad del producto y tratando de establecer un precio razonable.

Esos locales tienen que abonar una cantidad de solo 25 euros por negocio para afrontar los gastos de promoción de las jornadas que el Concello pretendía llevar a cabo, e incluso que quería iniciar ya durante la pasada Festa do Marisco.

Pero no se hizo la publicidad deseada, ni hay buenas perspectivas ante la celebración de las jornadas de exaltación del afamado crustáceo, porque después de que se pidiera a los restauradores que se inscribieran para formar parte de esta celebración resulta que solo cinco negocios se mostraron dispuestos a hacerlo. Y claro, esos 5 locales, por mucho que lo intenten, no pueden asumir todo el peso de la celebración con la que se quiere dar a conocer tanto al "rey de los mariscos" como también al conjunto de la cocina local.

En el gobierno socialista de O Grove no ocultan su preocupación por la situación generada, hasta tal punto que esta misma semana el ejecutivo tendrá que unirse para decidir si sigue adelante con la propuesta o la suspende.

Si ocurre esto último toda la promoción del crustáceo meco quedará en manos de la Cofradía do Centolo Larpeiro, una entidad privada que un año más va a celebrar su Gran Capítulo con presencia de representantes de decenas de cofradías enogastronómicas de toda España y Portugal.

FARO DE VIGO ya advirtió el pasado 29 de septiembre de que las jornadas de exaltación sobre el centollo promovidas por el Concello estaban en el aire porque hasta entonces ningún hotel, restaurante o bar se había inscrito para formar parte de la actividad.

Y eso a pesar de que el gobierno local insistió en la importancia de anotarse antes de la Festa do Marisco para así aprovechar su tirón mediático y la masiva afluencia de público para dar a conocer las jornadas del centollo.

Incluso se elaboró un cartel -que también difundió FARO-, pero nada de eso parece haber servido para convencer al sector hostelero.