Emma Torres es la concejala grovense de Cultura y de Turismo, pero también una de las grandes responsables de la Festa do Marisco. El balance que hace del evento finalizado ayer es "enormemente positivo", pues a su juicio con el trabajo realizado desde el gobierno en esta edición "hemos puesto el listón muy alto". Aunque sabe que "siempre hay que mejorar, por eso ya tenemos alguna idea en mente para el año que viene".

La edil socialista lamenta que "el tiempo no nos acompañó del todo, pero para eso están las carpas", lo cual la lleva a decir que "acudió una multitud de gente llegada de todas partes, la venta de raciones funcionó a la perfección y la percepción que se llevan los visitantes es muy positiva". También garantiza que "no se produjeron incidentes ni quejas de consideración", a lo que añade que "la calidad del producto ha sido inmejorable, por lo que consideramos un acierto total haber apostado por la venta de producto exclusivamente gallego". En el mismo sentido cree satisfactorio el resultado que han dado las novedades introducidas este año, como la cocina acristalada o la carpa de los conciertos. El gobierno socialista piensa ya en las jornadas del centollo de diciembre y en la Festa do Marisco de 2017, "tratando de mantenernos en la misma línea porque el resultado salta a la vista".