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El cólera, la enfermedad de las clases pobres

Un total de 121 salinienses se contagiaron según una monografía de la que cerca de medio centenar fallecieron aquel año

Vista aérea de la isla de San Simón, en la que eran confinados los contagiados por el cólera. // I.Abella

El "Boletín del cólera", aclaraba convenientemente que la enfermedad se caracterizaba por episodios diarreicos de extraordinaria gravedad, que conducían a la deshidratación y a la muerte. Daba día por día la extensión de la enfermedad, así como los nuevos casos en cada pueblo. Aclaraba los síntomas y el pronóstico, pero no la causa de la enfermedad.

Su extensión y morbilidad en Galicia fue tan extraordinaria, que la gente no recordaba otra enfermedad tan mortal, por lo que no fue extraño el aumento de la advocación a San Roque, el abogado de las pestes.

San Roque era por otra parte un santo muy popular en Galicia hasta el extremo de ser el patrono de 42 municipios, y dentro de la comarca, lo era de Vilagarcía y Caldas de Reis, cosa no rara, ya que el pueblo llano, el que más sufría, recordaba por tradición que las grandes matanzas populares habían sido por las pestes, mucho más que por las guerras, y que San Roque había contribuido a su eliminación.

Eran muchas las teorías que se daban para explicar el origen de la enfermedad, pero la opinión predominante era la del profesor alemán Max Pettenkofer, que decía que la enfermedad se producía "por la fermentación de la materia orgánica en el subsuelo que lanzaba el germen del cólera al aire que luego infectaba a los más susceptibles con malos hábitos alimenticios". Era la llamada "Teoría de las aguas subterráneas".

No se conocerá la causa de la enfermedad hasta 1883 en que Roberto Koch descubre el microrganismo causante de la misma. Como también descubrió el bacilo causante de la tuberculosis, no resulta extraño por tanto que le dieran el Premio Nobel en 1905.

Tan extendida estaba la teoría "de las aguas subterráneas", que, entre los consejos que daba la revista el "Boletín del cólera" estaban los siguientes: "El cólera morbo no es intensamente contagioso: transmisible por efectos y por persona; después por la atmósfera", "solo la atmósfera puede transmitirla en un pueblo cuando ya existen grandes focos". Decía tajantemente que "el clima de Galicia rechaza el cólera.

En el caso de Galicia, cuando las autoridades de A Coruña intentan prevenirse de esta epidemia, señalan que, "la libre entrada del aire y su renovación es lo mejor para oponerse a la acción deletérea de las miasmas epidémicas", y como curiosa, prohíben los siguientes alimentos: bacalao mojado, frutas y legumbres no maduras, carnes saladas y curtidos, embutidos, vinos irritantes?.. ? Todo apuntaba a que la epidemia se había introducido en Vigo con la llegada al puerto del buque de guerra "Isabel la Católica" en el año 1853, con tres marineros enfermos, y aunque fueron llevados a la isla de San Simón, lugar habitual de confinamiento de sospechosos y enfermos, lo cierto es que la enfermedad empezó a propagarse y en diciembre llegaba a Tui y Pontevedra.

Aunque el invierno moderó mucho la extensión de la epidemia en la provincia de Pontevedra, (no así en la de A Coruña) el 6 de mayo de 1854 llega una fragata con enfermos, por lo que es llevada al lazareto de San Simón, que en cualquier caso no sirvió para nada, ya que de nuevo se extendió por toda la provincia. Por la extraordinaria virulencia ocasionada en Galicia, la prensa madrileña llegó a proponer que toda Galicia estuviera en cuarentena, aislándola del resto de España, de tal forma, que no se permitiera la salida de ningún gallego hacia Castilla.

Serían sin embargo las tropas las que extenderían el cólera al concentrar al Ejército en Andalucía en 1854 tras el pronunciamiento de dicho año.

Ocurre entonces una cosa curiosa: las autoridades de Vigo niegan el verdadero origen de la epidemia para no perjudicar el movimiento portuario, hasta el extremo de atribuir a las ostras el origen de la misma, razón por la cual muchos la llamaban "la enfermedad de las ostras".

Según la citada revista, "el mal" caminaba de sur a norte, llegando finalmente a O Salnés. Comentaba que "en Cambados se gozaba de una perfecta sanidad, cuando se desarrolló el cólera en dos mujeres que vendían ropa usada, y que hacía muy poco, regresaran de la feria de Soutomaior, en donde habían comprado algunas prendas de vestir. Murieron las dos, y las personas que habían ido a asistirlas, habitantes del barrio de Santo Tomé contraen el mal, desde cuyo momento se extiende por las casas inmediatas, verdaderas cloacas de infección que favorecen sus estragos y dan una idea de cuanto había que temerle siempre que encontrasen condiciones que la favoreciesen. La ciencia allí estaba representada por profesores dignísimos".

Se refería a los médicos de Ribadumia, José Montero; de Cambados, Francisco González Briones; de Caldas, José Quiroga; de O Grove, Jacinto Estrada y de Sanxenxo, Manuel Seoane, los cuales diariamente enviaban a las autoridades los casos de cólera que iban detectando, y por ello se sabe la cantidad de personas que se fueron contagiando.

Por desgracia, solo aparecen los casos nuevos entre el 19 de mayo y el 29 de junio, que es cuando en O Salnés empieza a disminuir la enfermedad. Se ignoran los casos anterior y posterior a esta fecha:

Los casos denunciados fueron: Grove 2, Vilagarcía 6, Meis 10, Vilanova 9, Caldas 6, Sanxenxo 2,Vilaxoán 9, Cambados 21,Barro 8, Ribadumia 8, Poio19, Meaño 11. En total, 121

El investigador González de Samano, en su "Monografía histórica del cólera morbo asiático. (1860)", señala que en la provincia de Pontevedra fueron afectadas 4.313 personas, de las cuales murieron, 1.199. Siguiendo esta proporción, esto se traduciría en que en O Salnés, en la fecha señalada, murieron 43 personas por el cólera.

Fue de mayor intensidad en Santa Uxía de Ribeira, ya que enfermaron 706 personas y fallecieron 216.

Debieron ser muchos más los enfermos y los fallecidos, ya que el citado investigador estudió todos los casos de Pontevedra entre los años 1853 y 1855, mientras que el caso de O Salnés, apenas afecta a tres meses. En toda Galicia enfermaron 18.802 personas y fallecieron 5.338, y dado que apenas se sabía nada sobre el origen de la enfermedad, no resulta raro el notable aumento del culto a San Roque en dichos años.

La extensión y mortalidad fue de tal magnitud, que todavía en 1866, en el "Boletín Judicial de Galicia" de fecha 21 de abril, aparece una petición al Ministerio de Hacienda para prorrogar en el registro de hipotecas, las multas efectuadas en relación a cierto documento porque "debe existir un número grande si ha de juzgarse por las muchas defunciones de cólera morbo en los años 1851 a 1855".

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