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La reunión del PSOE de Vilagarcía solo congrega a una parte de la militancia

La convocatoria solo permitía ruegos y preguntas -Los críticos reclaman un debate sobre los resultados electorales -Se abordó la política local

José Vázquez y Tania García conversan ante la militancia reunida ayer en la Casa do Pobo. // Iñaki Abella

La herida del PSOE de Vilagarcía es sangrante y parece difícil que cicatrice pues son demasiados los años de división y sus "cirujanos" siguen usando el bisturí. Anoche solo algunos militantes acudieron a la cita en la Casa do Pobo, entrada por la calle de Castelao, para zanjar en unos minutos, algo más de media hora, lo que requeriría un debate de semanas.

La invitación era casi una cita médica, de esas de "en cinco minutos resuelvo", con una orden del día en la que se planteó dar aprobación a la gestión municipal y ruegos y preguntas.

Así propuesto es lógico comprender que solo unos pocos hayan asistido a una asamblea en la que tendría que haber un debate en el ring sobre los resultados del 25-S, la polémica con la confección de las listas, o incluso sobre la crisis del PSOE tras la forzada dimisión de Pedro Sánchez.

Nada de eso se atisbaba en la antesala del congreso socialista y de ahí que se justifiquen las ausencias de significados e históricos militantes y ex-responsables de la organización del puño y la rosa.

Entre los asistentes Modesto Pose, el diputado Julio Torrado, el alcalde Alberto Varela, su secretario Álvaro Carou junto a los ediles del gobierno municipal, además de un puñado de militantes. Entre todos menos de un centenar, por lo que el espíritu de la reunión se mantuvo en una línea de oficialidad en la que apenas se dejó lugar o tiempo a la crítica.

Y eso que los resultados de hace quince días en Vilagarcía han sido los peores de la historia de un diezmado PSOE local, que se quedó relegado a la tercera posición, por detrás de En Marea.

Así el discurso del PSOE local se desdibujó y de puertas hacia afuera fueron muchos los que creen que debe postularse un cambio de rumbo a todos los niveles, basado sobre todo en la integración que acabe con una sangría tanto a nivel de la militancia como la caída libre en número de votos.

Por eso, como si de unas cuentas generales se tratase, se abordó la política local con alguna mención al Pacto de Ciudad que se aprobó con el Partido Popular y que ha permitido que hace algo más de un año los socialistas volvieran a ocupar el sillón de la Alcaldía de Ravella, con Alberto Varela al frente.

El equipo de Varela, diseñado en su día por Modesto Pose, surgió tras unas reñidas y controvertidas primarias al vencer por un puñado de votos al otro candidato Fernando Quintela.

Luego llegaron las elecciones generales con una pérdida de votos importantes para los socialistas y recientemente las autonómicas cuando se registraron los peores resultados de su historia en Vilagarcía. Una tendencia que algunos intuyen como la agonía más dolorosa que les podría corresponder.

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