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Fomento acepta eximir a los pósitos, pero exige cuatro tripulantes en los barcos de la navaja

El ministerio aceptaría liberar de responsabilidad a las cofradías en caso de accidente de un buzo - El sector asegura que la exigencia de cuatro personas a bordo es "inviable"

Descarga de navaja y longueirón en el puerto de A Illa. // Noé Parga

Una de cal y otra de arena. El Ministerio de Fomento acepta liberar de responsabilidad a las cofradías de pescadores en el caso de accidentes en la recolección subacuática de recursos, caso de la navaja o el erizo, pero mantiene como exigencia que a bordo de estos barcos haya un mínimo de cuatro tripulantes. Un requisito que para los profesionales es absolutamente inviable e imposible de cumplir si se tienen en cuenta las características de la flota gallega. El sector aboga por una reunión a tres bandas, en la que estén el ministerio, la Consellería do Mar y las propias cofradías para intentar buscar una solución que ofrezca amparo legal a los cerca de 600 profesionales que trabajan en toda Galicia.

Fomento trabaja en la redacción de una nueva ley sobre las normas de seguridad en las actividades subacuáticas, en las que se incluye la extracción marisquera. Uno de los problemas es que no hace distinciones entre los buceadores que trabajan en obras industriales o dragados y los recolectores submarinos, a los que exige un plan de seguridad con los mismos requisitos. Ese plan debía ir firmado por las cofradías, con lo que en caso de un accidente los pósitos y sus patrones mayores serían los responsables ante la ley. El presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, José Antonio Gómez, reconocía ayer que la mayoría de cofradías de la provincia no estaban dispuestas a firmar un documento que implicase semejante responsabilidad, sobre todo después del accidente ocurrido hace unos meses en Cambados.

En Madrid se acaban de celebrar sendas reuniones de trabajo sobre el borrador de esta nueva ley, en la que el sector gallego estuvo representado por el patrón mayor de Vigo, Misael García. El ministerio se mostró dispuesto a modificar el texto para eximir de responsabilidad a los pósitos, pero por contra se enroca en exigir a bordo de cada barco una tripulación de cuatro personas. "Tiene que estar el patrón, que no puede participar en las labores subacuáticas; un buzo de socorro y dos que trabajen bajo el agua en la recolección del recurso", explica Misael García.

Este requisito resulta inviable para el sector marisquero gallego. A bordo de cada barco suele haber dos personas, como mucho tres. "Según las propias normas de Fomento es imposible cumplir con esa exigencia.

La mayoría de las planeadoras miden menos de 5,5 metros, con lo que Capitanía Marítima no autoriza que vayan más de tres tripulantes", argumenta.

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