Según los datos que aparecen en el portal de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza, Pontevedra es la provincia de Galicia en la que se ha detectado un mayor número de especies invasoras, un total de 96. Las zonas costeras son más proclives a este problema que las de interior debido a su mayor densidad de habitantes y visitantes. En la provincia de A Coruña las especies exóticas que se contabilizan alcanzan las 70 y ya muy por debajo se encuentran Lugo (39) y Ourense (36). Entre este gran elenco, algunas fueron introducidas accidentalmente y otras de forma intencionada. Establecer "programas de contención, control o la erradicación de las poblaciones" es la fórmula para "minimizar o eliminar los impactos negativos" de estas especies, favoreciendo la posterior recuperación de los ecosistemas, indica el plan estratégico de la Xunta. El análisis de riesgo que incluye de cada una de las especies indica que tanto el jacinto de agua (eichhornia crassipes) como el helecho (azolla filiculoides) tiene un "riesgo alto para el medio ambiente".

Esta misma semana, tanto Adega como el Colectivo Ecoloxista do Salnés transmitían en FARO su "preocupación" por la detección en el Umia del "jacinto de agua", una especie de la que dicen es muy difícil de gestionar y prácticamente de eliminar de un río una vez está implantada. Ambas organizaciones aluden a la necesidad de actuar con celeridad para evitar que esto suceda. "La sola noticia de su presencia debería alertar lo suficiente como para eliminarla antes de que llegue a expandirse, cuando todavía es una pequeña mancha", indica Ramsés Pérez, representante de Adega. De lo contrario, augura, no habría que descartar un "desastre ecológico" como el que afecta al río Guadiana, en el que ya ni siquiera se plantea la erradicación de la especie, sino simplemente conseguir controlarla y que siga expandiéndose por el cauce.