Lar Pro Salud Mental celebró ayer una jornada de puertas abiertas en sus instalaciones de A Laxe (Vilagarcía) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental. El lema de la actividad es "Soy como tú aunque aún no lo sepas", y la directora de la entidad, Amelia Varela, sostiene que lo que se persigue es luchar contra el estigma social que aún rodea este tipo de dolencias. Amelia Varela, nacida en Chantada (Lugo), es psicóloga clínica y trabaja como directora-gerente de Lar desde 1990.
-¿Por qué eligieron el lema "Soy como tú aunque tú no lo sepas"?
-Por la necesidad de luchar contra el estigma que rodea las enfermedades mentales, y que a veces causa más daño que los propios síntomas de la enfermedad. Lo que queremos transmitir es que el enfermo mental es una persona normal, como lo es una persona diabética u otra con una lesión crónica de rodilla. Es una persona que con un tratamiento adecuado puede llevar una vida normal y desarrollar un trabajo, con las mismas necesidades emocionales y carencias que cualquier otra. A alguien que se rompe una cadera le va a ver todo el mundo al hospital o a casa, pero a quien sufre una depresión se le evita para no escucharlo.
-Los estigmas suelen ser sinónimo de discriminación.
-Pocos jefes contratan a un candidato que sufre una enfermedad mental, aunque esté plenamente capacitado para el puesto.
-¿Están todas las patologías mentales estigmatizadas por igual?
-Sí. Incluso algunas personas que sufren crisis de ansiedad se quejan de que en algunas ocasiones cuando padecen uno de estos episodios y llegan a un médico, cuando éste revisa su historial ya casi ni les atiende.
-La falta de comprensión de estas patologías afecta por lo tanto no solo a la población general sino también a los profesionales.
-Hay que tener cuidado con las generalizaciones. No todos los médicos actúan del mismo modo, evidentemente. Además, hay que comprender que un médico de familia no es un psiquiatra ni un especialista en salud mental ya que no puede estar especializado en todas las materias.
-¿Están bien atendidos por la sanidad pública los pacientes con patologías mentales en O Salnés?
-Desde que empezamos a trabajar en rehabilitación psicosocial, hace 26 años, se ha mejorado muchísimo. Siempre decimos que invertir en salud mental es un ahorro puesto que un enfermo ingresado cuesta mucho más que otro bien atendido. Es cierto que siempre se puede pedir más, pero en el caso de Vilagarcía contamos con una unidad de salud mental formada por tres psiquiatras y los pacientes que necesitaban ingreso eran trasladados a Pontevedra. Ahora, desde el incendio de la unidad, son trasladados a donde se puede, pero es una situación derivada de algo excepcional.
-Antes las familias recomendaban a los pacientes que ocultasen su enfermedad a los demás, que no hablasen de ello.
-Yo nunca recomendaré eso. Si estamos luchando contra los tabúes no podemos recomendar ocultarlos.
-¿Hubo gente que tuviese que abandonar Lar a consecuencia de la crisis por no poder pagar los servicios que le prestaba la entidad?
-Con crisis o sin ella siempre ha habido gente que no pudo pagar. Pero el no poder pagar tampoco significa que el paciente tenga que abandonar Lar. Creo que entre todos podemos afrontar esas cuotas. Otra cosa es que una familia no pague porque dice que no puede y que después esté un día sí y otro también de vinos.
-Antes aludía al "tratamiento adecuado" para estas patologías. ¿En qué consiste?
-Lo ideal es una combinación de tratamiento farmacológico y de terapia psicológica.
