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Problemas en las instalaciones sanitarias de la comarca

La plantilla denuncia deficiencias en el Hospital do Salnés y los PAC de Cambados y Vilagarcía

Los representantes del personal se quejan de que llevan un año intentando infructuosamente un diálogo con Recursos Humanos -Indican que los delegados de prevención son coaccionados para que no realicen su labor

La junta de personal del área sanitaria de O Salnés denunció ayer deficiencias. // Iñaki Abella

Las dificultades para negociar con el departamento de Recursos Humanos de la Xerencia de Xestión Integrada Pontevedra e O Salnés todas las deficiencias en el hospital comarcal y los centros de atención primaria de Vilagarcía de Arousa y de Cambados, han llevado a la representación de los trabajadores a denunciar públicamente su situación e instar al nuevo gobierno de la Xunta de Galicia a tomar medidas en relación con las personas que están al frente del área sanitaria.

Los miembros de la junta de personal indicaron ayer que llevan más de un año intentando reunirse con la directora de Recursos Humanos. Después de mucho insistir, según expusieron ayer, lograron una cita para el día 30 de septiembre, pero resultó infructuosa porque la directiva llegó a la reunión advirtiendo que no iba a negociar nada porque por problemas de agenda no había podido preparar el encuentro. En la nebulosa siguen las alegaciones presentadas por los representantes del personal a las acciones de la Xerencia, incluido el plan de vacaciones de este año. Nada de lo que plantearon por escrito en este último año ha tenido respuesta.

Pero los mayores problemas se presentan en relación con la propuesta de la junta de personal para que se adecue la plantilla a los ratios recomendados. Los delegados sindicales recuerdan que el Hospital do Salnés ya nació con un staff de personal muy escaso, problema que se fue supliendo con la profesionalidad y el esfuerzo de los trabajadores.

La puesta en marcha del nuevo servicio de urgencias evidencia el problema de la escasez de personal. Se hizo un pequeño refuerzo en profesionales de enfermería, auxiliares y celadores, que los trabajadores consideran muy escaso, pero no se contrató ningún médico más.

El problema ahora se presenta en el turno de noche de urgencias donde quedan dos facultativos para atender las urgencias, las ocho camas de observación de adultos y las dos del área pediátrica. Además, en los últimos meses se ha detectado un mayor número de consultas urgentes en el horario del turno de noche.

La gerencia se niega a negociar este refuerzo indicando que el número global de urgencias es similar al que se producía en las anteriores instalaciones.

La junta de personal también denunció que hay problemas para la cobertura de las vacaciones y de las bajas tanto de los médicos como del personal de enfermería de los centros de atención primaria de O Salnés. Apunta que las pocas sustituciones que se realizaron fueron mediante contratos de días o incluso de horas. Ante esta situación, los profesionales buscan opciones laborales fuera de Galicia, dado el abuso que hace el Sergas de la contratación temporal.

En materia de riesgos laborales, en el Hospital do Salnés llevan denunciando, entre otros asuntos, el suelo resbaladizo del servicio de esterilización que ha provocado varios accidentes. "Niegan los derechos a los delegados de prevención y coaccionan su trabajo, indicó el sindicalista de UGT, Emilio González.

Este delegado sindical también puso de manifiesto las importantes deficiencias que hay en los centros de salud de atención primaria de Cambados y Vilagarcía de Arousa, especialmente en los PAC (punto de atención continuada).

En ambos centros, además de la escasez de personal, hay problemas estructurales. En el ambulatorio de Vilagarcía hay zonas donde se superaron los 40º de temperatura en la época estival.

En el centro de salud de Cambados, según denunciaron los delegados sindicales, hay olores a cloaca, las ventanas no cierra, las instalaciones eléctricas son viejas y las losetas de las consultas se caen. También denuncian que personal y usuarios padecen temperaturas extremas de calor y de frío; una situación similar al caso de Vilagarcía, pero la gerencia se niega a instalar climatización.

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