Doce paneles informativos escritos íntegramente en gallego y acompañados de ilustraciones fotográficas en las que se reproduce cómo era la isla habitada en comparación con su imagen actual. Ese es el contenido de la exposición "Ecos de Cortegada", que recupera la historia de este pequeño enclave del Parque Natural Illas Atlánticas y, sobre todo, la dignidad de los que fueron sus habitantes, unas setenta personas, hasta que a comienzos del siglo XX fueron expulsados. Después de su periplo por el Salón de Plenos de Vilagarcía y el local del Gato Negro de Carril, la muestra inicia ahora un recorrido por los colegios con un claro carácter pedagógico, explica Margarita Teijeiro, una de las impulsoras del proyecto junto a Antonio Caeiro como parte del colectivo Faiado da Memoria.
Desde Vilaxoán, donde ayer quedaron instalados, los paneles irán cambiando en las próximas semanas de colegio, llegando tanto a los públicos como los concertados y permitiendo a los alumnos adentrarse en una isla que muchos ya conocen y que algunos incluso visitaron.
Es el caso de los alumnos de Primaria del CEIP Vilaxoán, que en los dos últimos cursos participaron en excursiones a Cortegada. "Vieron el lugar en el que estaban los primeros asentamientos y especies vegetales únicas, como el bosque de laurel", explica la directora del centro, Alicia Porto. De ahí que la muestra les venta ahora como anillo al dedo para continuar desgranando a los escolares la historia de "la gran desconocida de las Illas Atlánticas", como la define Margarita Teijeiro. Además, durante este curso, continúa la directora, se desarrolla en el centro un proyecto global sobre ciencia, por lo que algunos de los datos que les aporte la exposición también pueden ser de ayuda para los niños. Los más pequeños de Infantil dieron la bienvenida a "Ecos de Cortegada", pintando una gran pancarta con el nombre de la muestra que preside el hall del centro, en el que el viernes Agustín Ínsua, nieto de uno de los habitantes de la isla, ofrecerá una charla.
Especulación urbanística
Cortegada, hoy paraje natural y que estuvo en manos de la Corona hasta finales de los años 70, estuvo a punto de sucumbir al ladrillo y a la especulación urbanística cuando Don Juan de Borbón la vendió a una inmobiliaria que pretendía construir en la isla un complejo turístico y residencial de lujo. En el año 2007, Cortegada volvió a ser patrimonio público tras un largo proceso de expropiación llevado a cabo por la Xunta del bipartito y que supuso un desembolso de 1,8 millones de euros.
