Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marta Dahlgren: "Una mala traducción puede enterrar a un autor entero"

Marta Dahlgren Thorsell, junto a la estatua de Ramón Cabanillas, en Cambados. // Iñaki Abella

La profesora sueca Marta Dahlgren Thorsell recogió el pasado fin de semana el premio de traducción Plácido Castro del Río, que conceden, entre otras organizaciones, los concellos de Cambados y Vilagarcía. Lo hizo por una adaptación del "Kallocaína" de la sueca Karin Boye, editado por Hugin e Munin. Nacida en 1941, Dahlgren se trasladó a España a los 20 años para aprender castellano, y ya se quedó. Empezó a traducir al gallego libros para niños junto a Liliana Valado, y luego le siguieron otros trabajos, como el drama de Ibsen "A casa de bonecas". En la editorial compostelana Hugin e Munin esta escandinava residente en A Ramallosa (Nigrán) parece haber encontrado su casa.

-¿Traducir una obra literaria es un trabajo mecánico o creativo?

-Es un trabajo creativo. Una traducción realizada de forma mecánica infravalora el texto original. De todos modos, pese a ser creativo, el traductor no puede aspirar a que se le vea más que al autor. En la traducción tienen que estar presentes el autor y su estilo.

-No obstante, la traducción sigue siendo una de las hermanas pobres de la literatura.

-Sí, pero tiene una enorme valía. Una obra mal traducida se lee mal, en la que la lengua no fluye. Hay un autor sueco muy famoso, traducido a numerosos idiomas, que es Torgny Lindgren, al que nadie ha leído en castellano y que ha cosechado malas críticas en España porque en las traducciones que se hicieron de su obra no se entiende. Una mala traducción puede enterrar a un autor entero.

-Ha ganado el premio Plácido Castro por una traducción del sueco al gallego. ¿No le apetece recorrer el camino a la inversa, traduciendo al sueco alguna obra literaria gallega?

-Ya lo he intentado, pero el mercado es muy complicado. Me gusta mucho Manuel Rivas e intenté publicar en Suecia una traducción de "Os comedores de patacas", pero no fructificó.

-¿Se conoce la literatura gallega en Suecia fuera de los ámbitos especializados?

-No mucho. En los últimos años sí se tradujeron las novelas policiacas de Domingo Villar. En lo que respecta a los clásicos, prácticamente no hay nada fuera de ejercicios académicos.

-¿En qué trabaja actualmente?

-En "O xogo serio", que es la traducción de una obra de Hjalmar Söderberg que publicará Hugin e Munin. Es una obra literaria muy buena de 1912, cuando el machismo imperaba en la sociedad sueca. La visión de la mujer que se da en la novela es la de una hidra que fagocita a los hombres.

Compartir el artículo

stats