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La basura se acumula en las orillas del Umia

Los colectivos ecologistas participaron en la limpieza del cauce en el Día de los Ríos

El Umia apenas levantaba un palmo de su lecho entre el antiguo Ponte dos Padriños y el moderno de Santa Marta. Sus aguas tranquilas y cristalinas contrastaban con unas orillas llenas de maleza, mobiliario poco cuidado y sobre todo basura ora arrastrada por el cauce en sus momentos de bravura ya por el incivismo de algunos.

Ayer era el día de llamar la atención sobre el cuidado de los ríos. A la invitación acudió el Colectivo Ecoloxista do Salnés (CES) para poner de manifiesto la necesidad de cuidar estos espacios.

Marta Lois, presidenta de la asociación, mostraba su decepción aunque admite que se percibe un mayor respeto hacia los cauces fluviales.

La acompañaban en la orilla derecha dos voluntarios de Cambados Iria Ribadomar y Matías Sinipali, que en poco más de diez minutos llenaron su primer capacho de basura.

Los dos cambadeses acudieron a la cita en el Umia porque les picó la conciencia, pero sobre todo porque era una forma de recordar que hace diez años formaban parte de otro colectivo ecologista "Polonoso" que organizó en Cambados una macrolimpieza en el entorno del muelle de Tragove, en los muiños da Seca y en el entorno de la torre de San Sadurniño.

"Ahora vuelve a estar igual que en aquel entonces", subraya Iria Ribadomar que todavía recuerda como aquella llamada de atención sirvió para que el Ayuntamiento realizara una limpieza más en profundidad de este entorno.

"En las orillas se encuentra de todo y sientes verdadera pena". Ayer mientras recordaban aquellos años iban llenando bolsas de basura. Al principio una bolsa de aperitivos, botellas de plástico, un calcetín negro y, un poco más arriba, su pareja. También camisetas, cámaras de neumáticos, chapas oxidadas y hasta una pileta de un baño rota en añicos.

La degradación del cauce se percibe a simple vista, pero también las plantas invasoras que en algún momento comenzaron a propagarse por las dos orillas del Umia. Y lo que es peor fauna exótica que elimina la autóctona como el cangrejo americano, especie que se ha visto en este río en numerosas ocasiones.

En la otra orilla del Umia se afanaban otras ocho o diez personas más. Sabían que la tarea iba a quedar a medias. Limpiar todo el cauce es imposible solo con las manos de un grupo de voluntarios. Pero crear conciencia es igual de difícil.

"Cada año que venimos esto está igual, no se ven muchos cambios, pero es una llamada de atención necesaria", reflexionan los participantes en la campaña. Muy cerca, en un regato de Meis también se procedía a una actividad similar. Estaban citados a las diez pero su actuación quedó más oculta. Quizás por la frondosa maleza.

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