En la comarca del Ullán, el organismo de Fomento se para especialmente en los ayuntamientos de Catoira y Valga en los que también se observan peculiaridades relacionadas con la crisis de la construcción, tanto en el ámbito de la construcción de viviendas como en el desarrollo del suelo industrial.
Con respecto a Valga solo especifica que en este período se han construido 11 viviendas al no contar con datos relativos a edificabilidad en suelo residencial, industrial o terciario.
En cambio expone que según su plan general el suelo urbano consolidado es de 516,1 hectáreas, lo que supone el 12,7% del término municipal. De ellas un total de 114,4 hectáreas es suelo urbanizable delimitado o sectorizado mientras que el suelo no urbanizable abarca una extensión de 3.443 hectáreas, lo que supone un 84% del territorio municipal.
Respecto al término municipal de Catoira, limítrofe con Vilagarcía, la estadística refleja que solo se han ejecutado dos viviendas y que dispone de 52.616 metros cuadrados de suelo industrial, si bien solo se ha ejecutado poco más de una cuarta parte (el 26%).
En cuanto a las clases de suelo que dispone revela que según sus Normas Subsidiarias, el urbano consolidado abarca un total de 188,4 hectáreas y el no urbanizable más de 2.700.
El documento ministerial también incluye los casos de concellos como Moraña o Barro. En este último concello se apunta una previsión de 850 nuevas viviendas, prácticamente inalterada.
Estos datos se pueden poner en relación con Pontevedra donde había una previsión de 3.500 viviendas, casi el doble de las 1.700 que había en Sanxenxo.
