A medida que el sector mitilicultor revisa el "Plan de modernización y sostenibilidad de las estructuras de cultivo de moluscos bivalvos de Galicia" más son las voces que se muestran entusiasmadas con esta propuesta, que consideran "una oportunidad única para Galicia que no debemos dejar escapar, y no solo lo es para nosotros, sino también para otros sectores".

Convencidos de que poder ampliar de 550 a 900 metros cuadrados la superficie de los viveros flotantes "nos va a permitir ganar en calidad y productividad", los bateeiros, pero también depuradores, cocederos y conserveras inciden también en que "se trata de una vieja reivindicación".

Víctor Piñeiro, presidente de la asociación Rianosa (Moaña); Javier Blanco, presidente de la asociación de mejilloneros Ventos da Ría, una de las que integran Femex; miembros del Consello Regulador do Mexillón como Lina Solla; representantes de los astilleros gallegos y otras muchas personas insisten en que ampliar las bateas para redistribuir las cuerdas "es sinónimo de defender la calidad y aumentar la producción".

Piñeiro y Blanco apostillan que "la Comisión del Mejillón es el verdadero órgano de representación de nuestro sector, ya que en esa mesa de trabajo y diálogo con la Administración están representadas la práctica totalidad de las bateas gallegas; y esa Comisión, no hay que olvidarlo, está informada y apoya el proyecto".

Desde entidades como la Federación de Mexilloeiros (Femex), una de las integradas en la Comisión del Mejillón, aseveran que la propuesta de ampliación de superficie puesta sobre la mesa "es lo mejor que nos ha pasado en mucho tiempo y lo mejor que puede pasarnos para garantizar nuestro trabajo y el de futuras generaciones".

Y Blanco resalta que los productores fueron "puntualmente informados sobre esta medida y nadie se manifestó en contra, por eso nos sorprende tanto que algunos -como Alfredo Otero- vengan ahora hablando supuestamente en nombre de todos los demás para rechazar una medida tan positiva como ésta".

Se refiere a la conferencia de prensa en la que entidades como el Consello Regulador do Mexillón y la Plataforma en Defensa da Ría mostraron su rechazo al plan de renovación de bateas por considerar que quiere abrir la puerta de las rías a la introducción de empresas de piscicultura.

"¿Quiénes son esos señores que se presentan como representantes del sector y dónde estaban cuando el bipartito PSOE-BNG mandaba nuestras concesiones bateeiras a concurso público?", se pregunta Blanco, convencido de que "nadie en su sano juicio puede oponerse ahora a una propuesta financiada por Europa que responde a lo que nosotros mismos habíamos demandado y garantiza el futuro de las bateas gallegas".

Junto a Javier Figueira, presidente de Femex, manifiestan que "afortunadamente la mayor parte de nuestro sector sí quiere mejorar la calidad y seguir produciendo, y esto pasa, entre otras cosas, por tener mayor capacidad productiva en las plataformas". Hablan de la ventaja que supondría poder repartir las 500 cuerdas de una batea en un emparrillado de 900 metros cuadrados, ya que aumentaría la circulación del agua entre cada cuerda, propiciando la llegada de más alimento.

Aclarado esto, Blanco insiste en que la modernización de los viveros "es una medida acertada que permite que todo el mundo pueda mejorar sus viveros voluntariamente, permitiendo también que las bateas interiores tengan los mismos metros de cuerda que las exteriores".

Todo esto, garantizan en Femex, "es algo que la Comisión del Mejillón siempre ha defendido".

En la depuradora Joaquín Fariña, ubicada en Cambados y donde procesan producto gallego de gama alta, explican además que siempre estuvieron "peleando por diferenciar el producto gallego y promocionar más la calidad que el volumen, pero sin descuidar esto último porque hay demanda".

Tito Fariña, su director gerente y exvocal del Consello Regulador, añade que "ampliar a 900 metros cuadrados las bateas es una apuesta clara de productores y comercializadores por la calidad, al poder distribuir mejor las cuerdas".

Y no solo "es un acierto", sino que se trata de "una medida demandada desde hace muchísimos años, por eso no entiendo que algunos digan que es el primer paso para meter peces en las rías". Ante esto proclama que "la demagogia hace mucho daño a este sector; hay que dejar de usarlo para conseguir votos porque todo tiene un límite".

Por cierto, que "si esto beneficia al mejillón, mucho más lo hará con la ostra, ya que al ampliar las bateas podrá multiplicarse la producción en un 200%".