El devenir de los tiempos y el vínculo que la ceremonia pirotécnica tiene con la celebración en honor a la Virgen de los Dolores ha derivado en una curiosa situación con la fe y el agradecimiento a una parroquia por parte de un empresario.

Arturo Dopazo es el fundador de Pirotecnia A Goulla y vecino de San Vicente de Nogueira. Desde hace ya varios años él asume el coste de la ceremonia de fin de fiesta. Se trata de una promesa personal que renueva cada año y, de paso, aliviar la carga económica del evento a la comisión de fiestas.

El propio Dopazo, quien ya ha delegado la gestión de la empresa a su hijo, reconoce que "nuestra pirotecnia se encarga de suministrar y colocar todas las bengalas y los fuegos en la estructura del avión. Lo venimos haciendo durante muchísimos años y yo seguiré haciéndolo como promesa a la Virgen de los Dolores".

Hecho con una estructura de malla metálica, luego todo se recubre con un material que le da forma y consistencia al avión. El último paso es el pintado del mismo con material plástico. Unos trabajos que acomete la propia comisión de fiestas antes de proceder a la instalación de los explosivos que se detonan todas las noches del 17 de septiembre en San Vicente de Nogueira.