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Nervios en el primer día de instituto

Unos 5.400 alumnos de Enseñanza Secundaria y Bachillerato se incorporaron ayer a las aulas en una veintena de centros educativos de O Salnés y Ullán

Nervios y expectación ante una nueva etapa educativa se mezclaron ayer a partes iguales en el salón de actos del IES Castro Alobre, el más masificado de Vilagarcía y de todo O Salnés con 766 matriculados. De esos alumnos, 133 pisaban por primera vez el instituto procedentes de diferentes colegios, tanto del municipio como de la comarca, en los que concluyeron el pasado curso la Educación Primaria. Con 12 años o a punto de cumplirlos, el director del centro, José Carlos Cid, les dio la bienvenida y les explicó las normas disciplinarias y sus correspondientes sanciones en caso de incumplimiento, desde quedarse sin recreo hasta la apertura de expediente disciplinario y expulsión. Los teléfonos móviles están prohibidísimos en horario lectivo y serán requisados -durante todo el curso de concurrir reincidencia- por el personal docente si sorprenden a algún alumno hablando por el dispositivo.

Pero lo que más preocupaba a los nuevos alumnos, algunos acompañados por sus padres, era saber quiénes serían sus compañeros de clase. "Si no coincidís con vuestros amigos, no lloréis, porque en cuestión de días conoceréis a más gente", les dijo el director. Pero esas palabras no resultaron muy convincentes para los jóvenes estudiantes, que manifestaban abiertamente su alegría cada vez que escuchaban el nombre de algún conocido en su misma clase. Pusieron también nombre y cara a sus tutores, que los acompañaron a sus respectivas aulas para darles las primeras directrices y el horario. Hoy a las 8.30 comienzan las clases. A algunos los pillaron en fuera de juego, sin libreta y sin bolígrafo en la jornada de presentación. Roi Ferreirós, procedente del colegio Arealonga, reconocía su nerviosismo en el primer día de instituto y auguraba que "no va a ser tan sencillo" como Primaria. Su tutora, Solange Costas, profesora de Francés, les pidió "que seamos la mejor clase de todas" y les advirtió de que "ella es divertida, pero también seria" y exigente en cuestiones educativas. Nerea Pérez, que el pasado curso era alumna del CEIP A Escardia, confía en "hacer bastantes amigos" en 1º de ESO, aunque también es consciente de que "voy a tener que estudiar más". El tutor de 1º F le quitó hierro al asunto. "Si prestáis atención en clase será fácil aprobar", les dijo a sus alumnos, a los que recomendó "adquirir autonomía y regular las horas de estudio".

Algunos de estos jóvenes debutantes acudieron al instituto acompañados por sus madres o padres. La vilagarciana Yamileth Ardila cree que el paso de Primaria a ESO "es un cambio muy fuerte para estos niños. Todavía son pequeños y enfrentarse a los mayores va a ser complicado". Desde su punto de vista, "esta es una edad de muchos cambios para ellos. Poco a poco tienen que ir creciendo y adquiriendo responsabilidades". Renata González, de Vilanova, comenta que este curso será "una experiencia nueva para su hija", que tendrá que adaptarse a compartir aula con más de 20 compañeros cuando el pasado año en el colegio de Baión "eran 7 en clase". Tendrá "que sobrevivir, que también es bueno", dice su madre.

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