El episodio tóxico que desde hace semanas afecta a las rías gallegas se mantiene e incluso se refuerza por momentos. En los últimos días se produjeron nuevos cierres que afectan, sobre todo, a las zonas exteriores de las rías, que son la parte más afectada cuando se introducen células tóxicas acumuladas en el Atlántico. De este modo en la actualidad hay una veintena de polígonos mejilloneros en los que está prohibida la extracción, lo cual significa que aún queda una treintena de zonas operativas en las que sigue permitiéndose la comercialización, al menos de momento. Pontevedra y Muros-Noia son las rías más castigadas; Arousa es la que menos.