Un informe de la Consellería de Educación que advertía sobre la escasa sostenibilidad de la escuela unitaria de Xil por la falta de alumnos alertó en el mes de junio a la comunidad escolar de esta parroquia de Meaño. Porque la administración autonómica únicamente contabilizaba a cuatro de los seis niños matriculados para el presente curso. Los otros dos son hijos de la profesora que estaba pendiente de destino en el habitual concurso de traslados. El futuro se preveía negro para este centro al argumentar, además, la Consellería la proximidad de los colegios de Dena y Meaño como factores que jugaban en contra de mantener abierta la escuela de Xil.
La incertidumbre se mantuvo casi dos meses hasta que, en agosto, los padres recibieron la noticia que tanto esperaban: La maestra continuaría por segundo año consecutivo al frente de la unitaria y con ella sus dos hijos y los otros cuatro niños matriculados de entre 3 y 5 años. Un alivio para los padres, que agradecen al jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, que "cumpliera su promesa" de esperar a que se resolviera el destino de la maestra antes de decidir sobre el cierre del centro. "Mantuvo su palabra", se felicita María Isabel Cañizo Castro.
Los padres no ocultan su alegría y también la de sus hijos, que se pasaron medio verano repitiendo que "no queremos que cierre el cole", comenta la madre de uno de los pequeños. Zoe, Darío, Yoel, Andrés y los hermanos Carla y Rubén son los seis alumnos que han evitado el cierre de la unitaria. Y, aunque "a un niño de tres años no podíamos explicarle lo que estaba ocurriendo", sí presentían que algo pasaba en su escuela.
El futuro parece asegurado
Y salvado este año crítico parece que el futuro está asegurado para el centro de Educación Infantil de Xil, ya que para el próximo curso hay perspectivas de que entren tres o cuatro nuevos alumnos, una tendencia que parece que podrá mantenerse también en años posteriores.
Porque parece que la natalidad está aumentando en la zona -"hay muchas embarazadas", explican los padres- y esa y solo esa es la clave para que Xil mantenga su escuela.
Si los progenitores siguen comprometidos con ella y matriculan a sus hijos y la Xunta mantiene el límite mínimo de alumnos en seis, la unitaria "no tendrá problemas para mantenerse durante los próximos cursos", explican desde la comunidad escolar.