En el conjunto de la Denominación de Origen Rías Baixas impera la tranquilidad después de las últimas lluvias, pero sobre todo se respira satisfacción, ya que se afronta una cosecha que va a garantizar "un vino de enorme calidad".

En la afamada bodega Santiago Ruiz explican que "estas lluvias pueden venir muy bien". Su representante, Rosa Ruiz, aclara que comenzaron la vendimia el miércoles pasado y quedan por delante tres semanas para recoger una uva que tachan de "excepcional". Ayer tuvieron que detener la recolección, precisamente a causa de las lluvias, "pero esto no supone problema alguno, sino todo lo contrario, ya que la uva se hidrata y disminuye su acidez".

El gerente de bodegas La Val, Fernando Bandeira -en este caso empezaron la vendimia hace dos días-, confirma que ayer también detuvieron la recolección a causa de una lluvia que "hacía buena falta". A su juicio "era mejor que se repartiera en agosto en lugar de venir ahora toda junta, pero nunca llueve a gusto de todos". En esta empresa se muestran "muy contentos" porque la calidad del producto "es enorme".

Antonio Lago, de Señorío de Sobral (Salvaterra), declara que lo grueso de la vendimia se desarrollará la semana que viene y que la calidad de la uva es "muy buena". Las lluvias "han servido para lavarla un poco, eliminar los restos de los últimos tratamientos aplicados y para hidratarla, cogiendo así un poco más de jugo".

El director técnico de bodegas Terras Gauda, Emilio Rodríguez, abunda en la idea general del sector diciendo que "esta lluvia nos favorece porque reduce la polvareda en los viñedos y limpia la uva tras los últimos tratamientos cúpricos; además de limpiar el ambiente, regar el suelo y mejorar el estado de la uva". Van a empezar a vendimiar mañana, sabedores de que "hay una uva de gran calidad, ya que en O Rosal el mildiu apenas se hizo notar este año y el equilibrio ahora es total entre acidez, contenido en azúcar y grado alcohólico".