La dirección del colegio Rosalía de Castro de Carril negoció ya el pasado curso con la empresa Pereira, concesionaria del servicio de transporte escolar, una nueva ruta de autobús para las 14.15, hora en la que concluyen las clases. El centro y la compañía llegaron incluso a diseñar el recorrido que debería seguir esta ruta, pensada para que los alumnos que no comen en el centro regresen a sus domicilios a mediodía. Ahora carecen de transporte de vuelta y tienen que ser sus familiares los que acudan a recogerlos al recinto escolar, en algunos casos ingeniándoselas para poder compatibilizar esta tarea con su trabajo o por carecer de vehículo.

Las negociaciones entre dirección y Pereira se toparon con el muro de la Consellería de Educación, que no contrató la ruta propuesta por el CEIP de Carril, manteniendo como único horario de regreso de transporte las 15.15 horas, a la salida del comedor a pesar de que son muchos los alumnos que no utilizan este servicio complementario.

En el colegio Rosalía de Castro estudian alumnos del centro de Vilagarcía -comparte zona educativa con el CEIP A Escardia-, de la zona de Rosalía de Castro, de Guillán, Trabanca Sardiñeira y Bamio. La directora comprende la queja de la ANPA y de los 25 padres que presentaron una queja ante la Jefatura Territorial de Educación en Pontevedra e incide en que el centro trasladó la problemática a instancias superiores, hasta ahora sin resultado. "Contactamos con la empresa Pereira para hacer una valoración del nuevo recorrido, pero la Consellería no lo aceptó", explica María Mesía. "Es la Xunta la que contrata el servicio de transporte con las diferentes empresas y lo hace por varios años. A nosotros los servicios complementarios nos vienen dados", continúa. La Xunta aseguró el lunes a FARO que "es el centro el que organiza el transporte", instando a los padres a trasladar su queja a la dirección del CEIP.

La falta de transporte de regreso para los niños que no comen en el colegio genera un problema añadido, la saturación del comedor, que acumula una lista de espera de 18 escolares. "Los padres se ven obligados a dejar a sus hijos en el comedor para tener así autobús de vuelta", confirma la directora. María Mesía explica que esta circunstancia se remonta a hace años, cuando se habilitó el comedor en el centro y, acto seguido, se cambió el horario del transporte escolar. "En aquel momento todos los usuarios del transporte tenían derecho a comedor gratis, pero después cambió el decreto de comedores y ya no es así", sino que deben pagar en función de una baremación. De esta manera, algunas familias se ven abocadas a hacer un desembolso extraordinario al no poder recoger a sus hijos en el colegio a las 14.15 y depender del autobús que sale una hora más tarde.